MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Asamblea Nacional cubana ha elegido este sábado a Manuel Marrero Cruz primer ministro del país caribeño, en un proceso histórico por el que se instaura la figura de primer ministro tras décadas de presidencialismo. Marrero procede del sector turístico e incluso fue director de hotel en Varadero.
Marrero ha sido elegido a propuesta del presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, durante el cuarto período ordinario de sesiones correspondiente a la IX Legislatura de la Asamblea Nacional, informa el portal oficialista Cubadebate.
Díaz-Canel ha presentado personalmente la candidatura de Marrero, aprobada por el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y ha recordado que desde hace casi 17 años se desempeñaba como ministro de Turismo.
Díaz-Canel ha explicado que Marrero a lo largo de su trayectoria laboral y como cuadro "se ha caracterizado por su modestia, honestidad, capacidad de trabajo sensibilidad política y fidelidad al Partido y a la Revolución".
La candidatura de Marrero Cruz recibió el respaldo unánime del Parlamento, reunido en el salón plenario del Palacio de Convenciones de La Habana.
Marrero, de 56 años, es arquitecto de profesión. Fue inversionista de instalaciones turísticas en el norte de la provincia de Holguín y más adelante ocupó diferentes cargos en la dirección de hoteles en la provincias orientales y en Varadero.
En el año 1999 fue nombrado vicepresidente primero del Grupo de Turismo Gaviota y un año después fue ascendido a presidente del citado grupo.
El presidente ha subrayado que Marrero ha dirigido de manera "destacada" el sector del turismo, una de las principales líneas del desarrollo de la economía cubana, manteniendo un estrecho contacto con el resto de los organismos de la Administración Central del Estado, el sistema empresarial y gobiernos provinciales.
Díaz-Canel ha reseñado además la "rica experiencia" de Marrero en negociaciones con contrapartes extranjeras y la participación en eventos internacionales, demostrando su habilidad firmeza y dotes para la interlocución.