Actualizado 05/01/2010 16:23

Cuba.- Yáñez pide que su expulsión no impida una nueva relación Cuba-UE porque la Posición Común está "obsoleta"

Dice que pensaba reunirse con amigos "demócratas" de la Isla y tacha de torpeza que le prohibieran la entrada


SEVILLA, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -

El eurodiputado socialista Luis Yáñez pidió hoy en Sevilla que su expulsión de Cuba no interfiera en la búsqueda de unas nuevas relaciones de la Unión Europea con las autoridades de la Isla, ya que, según consideró, la Posición Común debe ser revisada al haberse quedado "obsoleta" tras 15 años de vigencia.

La citada Posición Común, que rige desde 1996, condiciona las relaciones de la Unión Europea con la Isla a avances concretos en democracia y derechos humanos. El Gobierno español ha defendido su sustitución por otro tipo de acuerdo negociado bilateralmente con la Isla.

En rueda de prensa en la sede regional del PSOE, Yáñez aseguró que es "crítico" con el gobierno cubano, "como con otros gobiernos", pero que eso no significa que no apoye al Gobierno de la Nación y al ministro de Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, en su intención de abrir una "nueva etapa" en la relaciones de la Unión Europea con Cuba.

Preguntado sobre si teme que este incidente repercuta en el posicionamiento de otros países de la UE respecto a las relaciones con la Isla, el eurodiputado socialista dijo que "uno no puede dejar de hacer algo de lo que está convencido por el hecho de que de esa iniciativa se vayan a aprovechar gente que está en las antípodas de tu posición política".

Por otro lado, Yáñez se mostró sorprendido de que el embajador de Cuba en Madrid, Alejandro González, le haya dicho al secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo De Laiglesia, que su viaje no era "inocente" y que tenían "derecho a defenderse".

El eurodiputado socialista quiso dejar claro que, aunque tenía pensado telefonear y reunirse con amigos y conocidos, a los que denominó como "demócratas", cuando acudió a la isla su agenda "aún estaba en blanco" al tratarse de un viaje "estrictamente privado" con su mujer, la diputada socialista Carmen Hermosín, a quien en ningún momento se le negó la entrada al país.

"NO TENÍA UNA AGENDA OCULTA"

"Nunca pensé que un ciudadano libre no pudiera ir a otro país y entrevistarse con quien crea conveniente, dentro de unos límites, no tratándose de terroristas ni de extremistas, sino de personas partidarias del diálogo y de la reconciliación en Cuba", afirmó Yáñez, quien insistió en que "no tenía una agenda oculta" y que tampoco había llamado desde España a ningún cubano o enviado un correo electrónico.

Yáñez, que consideró que las autoridades cubanas han cometido una "torpeza y un error" con su expulsión, indicó que el segundo argumento que el embajador de Cuba en Madrid le ofreció al secretario de Estado para Iberoamérica en la reunión que mantuvieron en el día de hoy, para justificar la expulsión del eurodiputado, fue que a éste ya se le había denegado el visado en 2008.

A este respecto, Yáñez contestó que cuando en aquella ocasión se le negó el visado fue porque su visita atendía a una invitación de Manuel Cuesta Morúa, secretario general de Corriente Socialista Democrática Cubana, para asistir a un congreso del Partido de la Internacional Socialista. "El embajador de Cuba en Bruselas me dijo que no me daba el visado para ir a ver a la disidencia pero que si el viaje era turístico no había problema, por lo que este argumento se cae por su propio peso", apostilló.

El eurodiputado socialista, quien aseguró que no le pedirá personalmente explicaciones al Gobierno de Cuba "porque no me las van a dar", relató como dos miembros de seguridad retuvieron los pasaportes de él y de su mujer en el aeropuerto de La Habana, sin darles explicaciones, y que no se los dieron hasta que fueron conducidos al interior del avión, "como si fuéramos a fugarnos en esas circunstancias".

Yáñez aseguró que no ha buscado este "protagonismo efímero" cuando decidió con su esposa pasar del 3 al 8 de enero en La Habana. Según explicó, hizo todas las gestiones habituales de cualquier ciudadano y solicitó un visado turístico a través de una agencia de viajes, que le fue concedido. "Me lo podrían haber dicho antes y me hubiera ahorrado muchas horas de viaje", indicó.

"TEMÍA QUE ALGO ASÍ PUDIERA OCURRIR"

Asimismo, dijo no ser consciente de estar en una "lista negra", aunque sí reconoció que "algo así podía ocurrir". Y es que, según apuntó Yáñez, llegó a temer que si realizaba alguna llamada telefónica, ya estando en la Isla, para reunirse con algún "demócrata o socialdemocráta", éstas personas se vieran afectadas, "siendo represaliadas".

El eurodiputado socialista, que aseguró que "obviamente" no va a intentar volver a Cuba después de los acontecimientos ocurridos, agradeció al Gobierno y al PSOE el apoyo que le han prestado y la condena que han realizado de la expulsión que ha sufrido del territorio cubano.

Por otro lado, Yáñez destacó que ningún país de la Unión Europea ha rechazado la entrada a ninguna persona procedente de Cuba, "pudiendo entrevistarse con quien desee". "Por tanto, no es de recibo que no dispensen el mismo trato a los ciudadanos y organizaciones que quieran hacerlo", añadió.

Finalmente, dijo que no era su intención ocasionar este incidente y que pretendía pasar "desapercibido" durante su viaje, "al que no iba con ningún misión". No obstante, afirmó que aunque su viaje fuera privado, como portavoz socialista para la Asamblea Parlamentaria Eurolatinoamericana en la Cámara de Estrasburgo que es, tiene el deber de "palpar la realidad" del país.