LA PAZ, 10 Oct. (Notimérica/EP) -
Este domingo Bolivia vive una jornada electoral en la que el actual mandatario, Evo Morales, domina el escenario con una gran ventaja respecto a sus contrincantes, ya que los últimos sondeos otorgan al indígena aymara una intención de voto de más del 50 por ciento.
Si ganara los comicios, Morales, con ocho años en la presidencia de Bolivia, entraría en su tercer y último mandato según dicta la Constitución Plurinacional del país de 2009, y se convertiría en el mandatario latinoamericano que más tiempo lleva en el poder.
El exsindicalista cocalero ha sido el primer presidente indígena en la historia de un país en el que el 62 por ciento de la población es indígena y ha logrado mejoras en los derechos de los ciudadanos, en la extensión de programas sociales, a la vez que ha vivido un periodo de crecimiento económico. Sin embargo y a pesar de llevar dos mandatos al frente de Bolivia, Morales tiene algunas promesas sin cumplir que han marcado su tiempo en el poder.
Uno de los fracasos más sonados, que ha sido reconocido por el propio Morales, ha sido la elección popular de jueces, contemplada en la Constitución de 2009 impulsada por el propio presidente. En la elección de jueces de 2011 acabó triunfando la opción del voto nulo y en blanco, a pedido de la oposición, y los magistrados que fueron elegidos tienen falta de competencias y dependen del Ejecutivo.
Asimismo, Morales también ha admitido que ya no hace falta la "reforma" sino "revolución" en el sistema judicial, y ha criticado el retraso en los procesos, la gran cantidad de población carcelaria sin sentencia --que viven situaciones dramáticas de hacinamiento-- y la corrupción en el sistema.
En segundo lugar, aunque el auge de la economía boliviana es envidiable para muchos países, ya que el país andino tiene la mayor tasa de crecimiento del PIB de Sudamérica, lo cierto es que Bolivia depende en exceso de sus materias primas.
Aunque el país es rico en hidrocarburos y minerales, la industrialización es escasa --apenas alcanza el 16% del PIB--. Crear industria en Bolivia es un reto pendiente y aunque la meta es que este sector alcance al menos 10 puntos porcentuales más en el PIB en 2025, por ahora es difícil ver los avances.
En cuarto lugar, como líder indígena, Morales siempre ha prometido respetar la tierra y ha promovido la armonía de la vida humana con naturaleza, pero en 2011 planteó construir una carretera que atravesara el Amazonas y que tenía que cruzar el Territorio Isiboro y Parque Nacional Isidoro Secure (Tipnis), una de las reservas naturales más importantes del continente americano.
Era el precio que había que pagar por asegurar la movilidad a las empresas extractoras que operaban en el país, pero los bolivianos no estaban dispuestos a asumir el coste: las protestas fueron masivas y las críticas llovieron sobre el exsindicalista. Finalmente, tal y como recoge la Constitución, se escuchó a los pueblos afectados y se paralizó el proyecto, aunque este todavía no ha sido rechazado por completo.
Otro tema candente en Bolivia y que preocupa a los organismos de Derechos Humanos es el tema de la violencia machista. El país andino encabeza la lista de países latinoamericanos con más casos de violencia física contra las mujeres y el segundo en cuanto a violencia sexual.
Aunque en 2013 se aprobó una ley que incluía medidas preventivas para la violencia, fuertes penas para agresores, e introducía importantes cambios como reconocer la violación dentro del matrimonio, los índices de violencia machista y feminicidio son alarmantes. Según el Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (CIDEM), 7 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia en su vida.
Tampoco ayudan en la problemática las declaraciones poco afortunadas de los altos cargos públicos. El candidato a primer senador por Cochabamba por el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), Ciro Zabala, dijo que había que "enseñar a las mujeres a cómo comportarse" para que no fueran objeto de agresiones sexuales. Poco después, Morales salió a defender a Zabala alegando que había comprenderlo porque era "un recién llegado" a la política.
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