Publicado 08/11/2018 15:22

La Cumbre Iberoamericana llega como "una oportunidad de encuentro" pese a la polarización regional

Antigua, Guatemala
WIKIPEDIA

   Grynspan destaca que servirá para "reivindicar el multilateralismo en un mundo que tiende a la confrontación"

   MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

    La XXVI Cumbre Iberoamericana, que se celebrará entre el 15 y el 16 de noviembre en La Antigua (Guatemala), brindará a los jefes de Estado latinoamericanos la oportunidad de reunirse en un nuevo contexto regional marcado por la polarización, según han señalado este miércoles la Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan, y el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe, Juan Pablo De Laiglesia.

   "Nosotros venimos de un periodo electoral muy intenso" que se ha traducido en "cambios políticos" en al menos una decena de países latinoamericanos, por lo que la cita iberoamericana "es una oportunidad de encuentro que no se ha dado todavía en la región", ha recordado Grynspan, en el marco del Segundo Seminario del Ciclo 'Diálogos con América Latina', organizado por la Fundación Carolina y Casa América.

   En la misma línea, De Laiglesia ha destacado que "la Cumbre va a reunir a una serie de jefes de Estado que, seguramente, aparte de en Naciones Unidas, no han tenido ocasión de verse las caras en los últimos doce meses". En su caso, ha llamado la importancia de este encuentro presidencial justo ahora que "la región se ha polarizado" y han surgido "una serie de crisis que dificultan el diálogo político y la cooperación política entre los países latinoamericanos".

   No obstante, el secretario de Estado ha aclarado que las cumbres iberoamericanas "no tienen agenda política" porque son un mecanismo que "estuvo pensado desde el primer momento para priorizar la cooperación". "Vamos a seguir centrados en la cooperación, pero no vamos a desaprovechar las oportunidades que se puedan presentar", ha declarado. "Vamos a ver qué pasa este año", ha incidido.

   A este respecto, ha explicado que, tradicionalmente, las cumbres iberoamericanas han ofrecido "una oportunidad a los jefes de Estado de tener una conversación reservada, que la historia nos dice que son discusiones vivas, apasionadas, a veces con alguna palabra más alta que otra, pero que sin embargo se traducen (...) en una confirmación de que el diálogo continuo también se produce aunque no esté en la agenda. "No creo que esta Cumbre sea una excepción", ha asumido.

   Interrogado por la prensa sobre si los presidentes iberoamericanos abordarán la problemática de la caravana de migrantes centroamericanos --procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador-- que se dirige hacia Estados Unidos, De Laiglesia ha indicado que "el tema de las migraciones está incorporado al tema migración y desarrollo, que es un tema que siempre ha estado en la agenda de cooperación de la comunidad iberoamericana".

   En lo que respecta a las crisis en Venezuela y Nicaragua, ha recalcado a la prensa que no son cuestiones que estén en la agenda de la Cumbre, aunque los jefes de Estado tendrán "absoluta libertad" para "tocar el tema que quieran y de la manera que quieran". "Seguro que será una cumbre de muchos temas, además de los que están en agenda, pero eso no quiere decir que haya que esperar ningún resultado concreto", ha comentado durante el coloquio.

AGENDA 2030

   Por otro lado, Grynspan ha destacado que la próxima Cumbre Iberoamericana será también una buena ocasión para "reivindicar el multilateralismo en un mundo que tiende a la confrontación". "Yo creo que aquí Iberoamérica alza su voz para volver a reiterar su compromiso con unos valores que hoy son más importantes que nunca, como la cooperación y la apuesta por la paz y por el diálogo", ha valorado.

   Grynspan ha considerado un acierto que Guatemala haya decidido centrar el foro interoceánico en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible --"no en el qué, sino en el cómo, en cómo llevarla a cabo"-- porque "nos vincula a una agenda global, a una visión de futuro".

   La directora general de Relaciones Internacionales de Guatemala, Mónica Bolaños, ha admitido que este enfoque supone un desafío porque la Agenda 2030 "no es divisible" --tiene una perspectiva integral--, si bien ha asegurado que su país ha hecho "los mejores esfuerzos" para que sea una Cumbre exitosa.