Inmigrantes centroamericanos en Chiapas
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   CIUDAD DE MÉXICO, 26 Ene. (Notimérica) -

   "Mañana será un gran día para la seguridad nacional. Entre muchas otras cosas, ¡construiremos el muro!". Con este 'tuit', el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, adelantaba lo que estaba por llegar: la firma de la orden que autoriza la construcción de un muro en la frontera con México, tal como prometió en la carrera a la Casa Blanca.

   La noticia, que no ha pillado por sorpresa a ninguno de los dos países afectados, se da en un momento en el que la inmigración mexicana a Estados Unidos se encuentra en mínimos históricos.

   En 2014, los mexicanos suponían el 52 por ciento de las inmigraciones ilegales a Estados Unidos; un número elevado pero que, sin embargo, no hace más que descender. Según Pew Research Centre, ese año había 5,8 millones de mexicanos indocumentados residiendo en su vecino del norte, mientras que en 2009 eran 6,4 millones.

   En contraste con esta tendencia, la inmigración ilegal desde otros países aumentó en 325.000 personas desde 2009, situándose en 2014 en 5,3 millones, en gran parte debido a los ciudadanos procedentes de Asia y Centroamérica.

   Los efectos de la disminución de la inmigración mexicana quedan también latentes en siete estados del país. Entre 2009 y 2014, Alabama, California, Georgia, Illinois, Kansas, Nevada y Carolina del Sur redujeron su inmigración ilícita. "En todos ellos, el descenso se debió a una disminución de los inmigrantes mexicanos", reportaron desde Pew Research Centre.

   No obstante, estas cifras no representan a todo el país. En otros seis estados --Louisiana, Massachusetts, Nueva Jersey, Pensylvania, Virginia y Washington--, esta aumentó, aunque salvo en Louisiana la razón se hallaba en el repunte de la inmigración procedente de otros países.

   Pero, ¿qué ocurre realmente en la frontera méxico-estadounidense? ¿Frenaría un muro la inmigración por parte del país vecino del sur? Aunque esta frontera es una de las más transitadas del mundo, las cosas han cambiado notoriamente en los últimos tiempos. Hoy en día, unas 12 millones de personas nacidas en México residen en Estados Unidos. "Esta cifra ha disminuido recientemente hasta el punto de que el flujo migratorio se ha revertido, con más inmigrantes mexicanos dejando Estados Unidos que entrando", destacó la compañía en un informe reciente.

   A pesar de esto, aunque la medida se centre en México --el país que, según Trump, pagará por el muro--, esta frontera es una de las principales vías de entrada a Estados Unidos para los latinoamericanos; incluso un número considerable de cubanos accede al país a través de esta.

   En relación a este punto, la población hispana en Estados Unidos continúa aumentando, aunque lo hace a menor ritmo, aún con la ausencia del muro de Trump. Entre 2000 y 2007, el crecimiento se ubicaba en un 4,4 por ciento anual, mientras que entre 2010 y 2014 la cifra se situó en 2,4 por ciento.

   Acorde con esta ralentización, el número de deportaciones también ha disminuido, aunque Trump ya ha reiterado que sacará a todos los inmigrantes indocumentados del país, por lo que se prevé un aumento considerable en las deportaciones, que disminuyeron visiblemente durante la presidencia de Barack Obama.

   En 2007, las estadísticas oficiales de Washington cifraban en 854.261 el número total de mexicanos deportados. En 2015, el dato fue 242.456 mexicanos deportados, de los cuales, en 106.193 casos, se debía a cargos criminales en su contra.

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