Advierte de que los acuerdos bilaterales de devolución no siempre cumplen el Derecho Internacional
MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha instado a los países a asumir sus responsabilidades y no "externalizar"" las competencias que le deberían ser propias en esta materia, por considerar que ponen en riesgo la seguridad de personas que necesitan protección internacional.
"Estas prácticas perjudican los derechos de quienes buscan seguridad y protección, les demonizan y castigan y podrían poner sus vidas en peligro", ha advertido la responsable de temas de protección dentro de ACNUR, Gillian Triggs, quien ha recordado que hay "obligaciones internacionales" que cumplir.
ACNUR, que se opone "firmemente" a "las iniciativas de externalización que trasladan forzosamente a solicitantes de asilo a otros países", cree que "la prioridad debe ser encontrar formas más efectivas para garantizar el derecho universal a buscar asilo y otros derechos proporcionados por el Derecho Internacional", en palabra de Triggs.
En este sentido, ha recriminado que se pueda considerar "más efectivo en términos de coste" trasladar a estas personas si haber resuelto antes sus potenciales solicitudes de asilo, ya que considera "moralmente reprobable" que se pueda "poner precio a la vida humana".
"Lo refugiados no son bienes con los que puedan comerciar los países ricos. Hacer supone una deshumanización, una explotación y es peligroso", ha añadido la responsable de la agencia internacional, quien ha avisado también de que los acuerdos bilaterales entre dos países "a menudo no cumplen las obligaciones internacionales".
Así, la organización ha recordado que el Estado que inicia el traslado es el responsable de garantizar que se cumplen lo derechos de los solicitantes de asilo también en el país de destino. De no ser así, "el país que transfiere (al refugiado) incumpliría el Derecho Internacional".
"La evidencia es que los acuerdos de externalización no disuadir a refugiados desesperados de emprender peligrosos viajes en busca de seguridad. En cambio, magnifica los riesgos, obliga a buscar rutas alternativas y exacerba las presiones en los países en primera línea", ha indicado Triggs.
ACNUR estima que el 85 por ciento de los 26 millones de refugiados que hay en el mundo están en países vecinos a contactos de crisis y en regiones en desarrollo, a menudo durante años. Señala, por tanto, que el 15 por ciento está en países desarrollados, donde habría suficientes recursos para que estas personas fuesen tratadas "de manera humana".