Publicado 25/11/2019 12:07

DDHH.- Las adolescentes lideran el cambio frente a la violencia contra las mujeres en África

DDHH.- Las adolescentes lideran el cambio frente a la violencia contra las mujer
DDHH.- Las adolescentes lideran el cambio frente a la violencia contra las mujer - PLAN INTERNATIONAL - Archivo
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Ellas mismas se convierten en las principales defensoras de sus derechos y se encargan de concienciar a sus comunidades

MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

Mutilación genital femenina, matrimonio infantil, violencia de género... Estas prácticas están arraigadas en algunas culturas y comunidades y son vistas como algo normal en muchas zonas de África. Sin embargo, cada vez son más las jóvenes y adolescentes que, apoyadas por organizaciones como Plan International, están alzando la voz y protagonizando el cambio.

Marie es una de ellas. A sus 15 años y pese a que su madre era quien se encargaba de realizar la mutilación genital femenina en su comunidad, se ha convertido en una destacada activista contra esta práctica.

"En Sierra Leona, las mujeres han estado en una situación de desventaja durante mucho tiempo. Antiguamente, sólo los varones iban a la escuela. De las chicas se espera que se queden en casa para ayudar con las tareas domésticas y luego se casen", cuenta Marie.

En este país de África Occidental, la mutilación genital femenina es una parte esencial de la iniciación de las niñas en la 'sociedad Bondo' y que marca su paso a la edad adulta así como su disponibilidad para casarse.

La madre de Marie era una 'sowei', las responsables de la toma de decisiones dentro de la comunidad ya que se considera que tienen el don de comunicarse con los espíritus guardianes y que son las encargadas de realizar el corte.

Así pues, aunque está en contra de la mutilación genital femenina, reconoce que ha sido "la fuente de ingresos de mi madre durante toda mi vida" y que "gracias a ello, pudo cuidarnos, pagar nuestra educación, la comida y todas las necesidades de nuestra familia".

De hecho, fue en la escuela cuando fue realmente consciente de "los efectos negativos" ya que hasta ese momento "pensaba que estaba bien". "Cuando le dije a mi madre que no estaba dispuesta a ser iniciada, tuve suerte porque ella apoyó mi decisión", subraya.

Ahora, le cuenta a su madre lo que aprende en la escuela sobre esta práctica, pero también a su padre y los chicos y chicas que conoce. "Creo que mis padres están orgullosos de mi trabajo como activista. Escuchan lo que digo, y eso es importante", celebra Marie.

Ella y otras chicas de su comunidad están haciendo "campaña contra estas prácticas y tradiciones perjudiciales que afectan y frenan el futuro de las niñas", están siendo escuchadas, algo que antes no ocurría ya que "a las niñas no se les permitía hablar mucho en público".

Marie se siente orgullosa de su labor: "Somos nosotras quienes tomamos la iniciativa y creamos conciencia". "Vamos de escuela en escuela y de puerta en puerta hablando con la gente de la comunidad, y aconsejando a las niñas que continúen en la escuela hasta que cumplan 18 años", explica.

AYUDANDO A GENERAR UN CAMBIO POSITIVO

"Es una sensación maravillosa saber que estoy ayudando a generar un cambio positivo", celebra Marie, que destaca que gracias al trabajo que hacen ella y sus amigas "la práctida de iniciación se ha interrumpido" y no se ha producido ningún caso en su comunidad.

También se ha propuesto combatir el matrimonio infantil. "Aunque en mi comunidad hay algunas niñas que quieren casarse jóvenes, el número se ha reducido gracias a nuestro trabajo. Y de las que se han casado, la mayoría han vuelto a la escuela por el trabajo que mis amigas y yo hemos estado realizando", destaca.

Como recuerda Plan International, el matrimonio infantil tiene consecuencias físicas, psicológicas y emocionales en las niñas, pero también de carácter social y económico, ya que por regla general dejan de asistir a la escuela, privándoles de una formación que les pueda servir en su vida adulta.

Otra de las consecuencias que suelen traer aparejados los matrimonios infantiles es la de los embarazos precoces. "Si te quedas embarazada, te dirán que no puedes ir a la escuela", denuncia Priscah, una activista de 22 años en Kenia. "Te hacen sentir que no eres parte del grupo, que eres inferior", añade.

"Las escuelas deberían ser espacios amigables con las chicas embarazadas, para que ellas se sientan cómodas, no caigan en depresión, ni sean excluidas o abusadas por sus compañeros o sus profesores y, por tanto, no sientan que deben dejar la escuela", defiende la joven activista.

Por ello, emplaza al Gobierno de Kenia a que trabaje para ello puesto que "ayudaría a acabar con los matrimonios infantiles ya la vida de las chicas sería mejor", y que también ayude a sacar de la pobreza a las comunidades más desfavorecidas.

Además, Priscah considera fundamental el que se dé voz a las niñas. "Nuestro Gobierno debería ofrecer espacios a las niñas en el Parlamento para que puedan transmitir sus problemas y para que los políticos entiendan mejor los problemas que sufren, como el embarazo adolescente y los matrimonios precoces", afirma.

Pero no solo hay que concienciar a mujeres y niñas sobre sus derechos y empoderarlas para defenderlos. Georgina, otra joven activista, apuesta porque también "los niños reciban formación y estén sensibilizados sobre las consecuencias del matrimonio infantil".

A su vez, Virginia apunta a la necesidad de que "los padres y los hombres reciban educación sobre los peligros de la mutilación genital femenina porque, si los padres entendieran que están poniendo en pelligro la vida de sus hijas, esta práctica dejaría de existir".