Publicado 20/05/2021 10:21

DDHH.- La cifra de desplazados internos alcanza un récord de 55 millones en 2020 impulsada por los desastres naturales

Archivo - Un grupo de personas cruza una carretera inundada en Bangladesh tras el paso del ciclón 'Amphan'
Archivo - Un grupo de personas cruza una carretera inundada en Bangladesh tras el paso del ciclón 'Amphan' - Zabed Hasnain Chowdhury/SOPA Ima / DPA - Archivo

El número de desplazados por desastres triplicó el de desplazados por conflictos armados

MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -

La cifra de desplazados internos en el mundo alcanzó en 2020 el récord de 55 millones, una cifra marcada por los más de 30,5 millones de desplazados durante el año pasado a causa de los desastres naturales, según los datos publicados este jueves por el Internal Displacement Monitoring Centre (IDMC).

El IDMC, creado en 1998 como parte del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), ha resaltado que a finales de 2020 había 48 millones de personas desplazadas por el conflicto y la violencia, así como siete millones a causa de los desastres, una cifra total que es más del doble que la de refugiados.

"Cada año, millones de personas se ven forzadas a huir de sus casas por el conflicto y la violencia. Los desastres y los efectos del cambio climático desencadenan de forma regular desplazamientos nuevos y secundarios, socavando la seguridad y el bienestar de la gente", ha señalado el organismo.

"La escala del desplazamiento a nivel mundial está aumentando, y la mayoría del mismo tiene lugar dentro de las fronteras de los países. Si bien las respuestas deben estar lideradas por gobiernos y comunidades, las implicaciones globales del desplazamiento requieren una respuesta global y cooperación internacional", ha argüido.

En este sentido, ha apuntado a una "responsabilidad compartida para hacer frente a este desafío creciente, que ya afecta al desarrollo sostenible de comunidades y países", antes de agregar que "la mayoría de los desplazados internos viven en países de ingresos bajos o medios que sufren los efectos de la desigualdad mundial, el drástico aumento de los sucesos climáticos extremos y las prácticas de desarrollo no sostenible".

"Si bien la respuesta humanitaria efectiva sigue siendo clave, no es suficiente. Es necesario que hagamos frente a los catalizadores subyacentes del desplazamiento mientras ponemos a prueba nuestras posturas tradicionales de gestión de desastre", ha dicho, antes de pedir "más voluntad política, más financiación estratégica y mejor colaboración entre actores que trabajan en reducción de riesgos de desastre, pacificación, desarrollo sostenible y acción climática".

Así, ha detallado que 40,5 millones de personas se vieron desplazadas en 2020 en el interior de 149 países y territorios del mundo a causa de estos motivos, la cifra más alta en diez años, antes de subrayar que "el 95 por ciento de los desplazamientos provocados por el conflicto tuvieron lugar en países vulnerables al impacto del cambio climático".

El organismo ha destacado además que más de 23 millones de desplazados son menores de edad, incluidos 7,2 millones de niños de menos de cuatro años y 12,8 millones de niños de entre cinco y catorce años, lo que tiene un "impacto significativo" en su educación.

En este sentido, ha señalado que 30 millones de personas se vieron desplazadas a causa del clima, incluidas 14,6 millones por tormentas, catorce millones por inundaciones y 1,2 millones por incendios. A ellas hay que sumar 102.000 desplazados por corrimientos de tierra, 46.000 por temperaturas extremas y 32.000 por sequías, así como 655.000 por desastres "geofísicos", incluidos terremotos y erupciones volcánicas.

"La mayoría de los nuevos desplazamientos provocados por los desastres en 2020 fueron registrados en Asia oriental y el Pacífico, así como el sur de Asia. Los ciclones, las lluvias del monzón y las inundaciones golpearon zonas muy expuestas que acogen a millones de personas", ha señalado.

En el caso de los desplazados a causa del conflicto y la violencia, hubo 7,5 millones de desplazados por conflicto armado, 694.000 por enfrentamientos intercomunitarios, 208.000 por violencia política, 137.000 por violencia criminal y 1,2 millones por otro tipo de violencia.

La mayoría de los desplazamientos por conflicto y violencia en 2020 tuvieron lugar en África subsahariana, Oriente Próximo y Norte de África, con República Democrática del Congo (RDC), Siria y Etiopía a la cabeza. Los 48 millones de personas que viven como desplazados internos a causa del conflicto y la violencia es la cifra más alta registrada hasta la fecha.

De esta forma, Siria cuenta con 6.568.000 desplazados internos, mientras que en RDC hay 5.268.000; en Colombia, 4.922.000; en Yemen, 3.635.000; y en Afganistán, 3.547.000, según los datos publicados en su informe.

ANÁLISIS REGIONAL

Por ello, ha detallado que en África subsahariana se registraron 6,8 millones de desplazados a causa del conflicto y 4,3 millones a causa de desastres, con una expansión del desplazamiento interno "a zonas previamente poco afectadas relativamente" de esta región.

En el caso de Oriente Próximo, 2,1 millones de personas se han visto desplazadas por el conflicto y 341.000 por los desastres, unas cifras marcadas por los 11,8 millones de personas que viven como desplazados internos como causa de los conflictos en esta zona del mundo.

Por su parte, Asia oriental y el Pacífico ha sumado 12,1 millones de desplazados internos por desastres y 186.000 por el conflicto, especialmente a causa de tifones, inundaciones, terremotos y erupciones volcánicas, una cifra que es la mayor desde 2016.

En el caso del sur de Asia, escenario de casi un tercio de los desplazados por desastres, la cifra asciende a 9,2 millones de desplazados por este motivo y 409.000 desplazados por el conflicto. Este balance estuvo impulsado por el ciclón 'Amphan', que desplazó a cerca de cinco millones de personas en Bangladesh, India, Birmania y Bután.

América sumó 4,5 millones de desplazados por desastres y 238.000 por el conflicto, especialmente a causa de los "devastadores incendios" en Estados Unidos, así como "el desplazamiento sin precedentes" en Guatemala, Honduras y Nicaragua, "muy afectados por la temporada de huracanes en el Atlántico más activa hasta la fecha".

Por último, Europa y Asia Central registraron un total de 234.000 desplazados por desastres y 85.000 por conflictos, especialmente a causa de los combates que estallaron en septiembre entre Armenia y Azerbaiyán en la región de Nagorno Karabaj.

IMPACTO DEL CORONAVIRUS

En otro orden de cosas, ha resaltado que "la pandemia aumentó las necesidades de los desplazados internos y generó nuevos riesgos en 2020, al tiempo que creó desafíos significativos a nivel operativo y financiero para los gobiernos y sus socios humanitarios".

Así, ha explicado que "los confinamientos y la caída económica que han acompañado a la propagación de la COVID-19 han intensificado las dificultades financieras a las que hacían frente muchos desplazados", lo que ha llevado a un aumento del trabajo infantil y los matrimonios infantiles en algunas zonas del mundo.

"La suspensión de las clases temporales y los espacios para los niños en países como Birmania ha reducido la capacidad de los actores humanitarios para contactar con los niños desplazados y entender sus necesidades de protección", ha dicho, antes de agregar que la recesión y los cambios de los precios de los bienes "han incrementado la inseguridad alimentaria".

A nivel operativo, los confinamientos, los toques de queda y las restricciones de movimiento "han impedido el acceso a las poblaciones afectadas, lo que en ocasiones ya era difícil por obstáculos logísticos y de seguridad", mientras que en algunos lugares los trabajadores humanitarios han hecho frente a violencia debido a que "se les percibía como portadores del virus".

"Las medidas por la COVID-19 han socavado la recopilación de datos sobre los desplazados internos, haciendo más difícil trazar sus movimientos y valorar sus necesidades", ha señalado. "Mientras la pandemia ha aumentado la necesidad de financiación, la caída de la economía que ha causado ha puesto presión sobre los gobiernos donantes a la hora de priorizar sus necesidades internas", ha zanjado.