MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los países del norte y el sur del Mediterráneo occidental se han reunido esta semana en Marrakech, en una conferencia ministerial sobre Migración y Desarrollo en la que han acordado gestionar las migraciones con un enfoque global y con "responsabilidad compartida equitativamente".
La conferencia, a la que ha asistido la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe, Cristina Gallach, se celebró este lunes como parte del Diálogo 5+5, un foro informal del que forman parte Portugal, España, Francia, Italia, Malta, Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Mauritania.
Gallach defendió "una gestión eficaz de la migración regulada como factor de desarrollo socioeconómico sostenible de las dos orillas del Mediterráneo" y recordó "la excelente cooperación migratoria de España con Marruecos, Argelia y Mauritania".
También hizo un llamamiento a compartir buenas prácticas y experiencias de éxito en materia de movilidad y migración circular, en especial en el ámbito de la educación y la juventud, ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación.
En la reunión se adoptó una declaración conjunta en la que los países apostaron por una "gestión eficaz, innovadora, responsable y mutuamente beneficiosa" de las migraciones, según ha recogido la agencia marroquí MAP.
La declaración apuesta, entre otras cosas, por reforzar la cooperación en la prevención de las migraciones irregulares, en el control de fronteras, en el salvamento marítimo y en la readmisión de personas como parte de este "enfoque global".
También llama al refuerzo de las legislaciones nacionales en materia de migraciones, asilo y lucha contra la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes conforme a las convenciones internacionales, y apuesta por un diálogo regular entre expertos, y entre centros de investigación y formación, para comprender mejor el fenómeno y "contribuir a cambiar las percepciones a menudo negativas de a migración".
Además, se proponen facilitar la migración regular que responda a las necesidades de los países y de sus mercados de trabajo, promover el desarrollo sostenible de los países de origen y tránsito. También, asegurar un trato justo y digno a los inmigrantes regulares en los países de acogida, combatiendo la xenofobia y asegurando la igualdad de acceso a servicios sociales, formación profesional y trabajo.
En la reunión participaron como observadores la Unión Europea, la Unión Africana, la Unión por el Mediterráneo, la Unión del Magreb Árabe, la CEDEAO, la Organización Internacional de Migraciones y la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.