Publicado 10/04/2021 10:44

Déby busca un sexto mandato en Chad entre denuncias de represión y un llamamiento de parte de la oposición al boicot

Archivo - El presidente de Chad, Idriss Déby
Archivo - El presidente de Chad, Idriss Déby - MARK SCHIEFELBEIN - POOL/GETTY IMAGES - Archivo

Rechazadas varias importantes candidaturas opositoras en medio de un aumento de la represión

MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

La población de Chad está convocada este domingo a una cita con las urnas para elegir al nuevo presidente, un proceso en el que el mandatario, Idriss Déby, figura como claro favorito tras la eliminación de candidaturas de varios opositores y el llamamiento al boicot por parte de otros para denunciar lo que describen como un proceso injusto y preparado para dar la victoria al jefe de Estado.

Déby, que accedió al poder en 1990 a través de un golpe de Estado contra el dictador Hissne Habré, ha ganado desde entonces todas las elecciones y enmendado en dos ocasiones la Constitución para poder seguir presentándose a las urnas, entre ellas una en 2005 para poner fin al límite de dos mandatos, reimpuestos en 2018, sin que le afecten, por lo que podría seguir en el cargo hasta 2033.

Asimismo, es considerado como un actor clave en el tablero africano, aliado crucial en la lucha contra los yihadistas en el Sahel, lo que le ha permitido tejer unas alianzas con países occidentales que le han dado apoyo y financiación fundamental para mantenerse en el poder.

A pesar de que la reelección del presidente, candidato del Movimiento de Salvación Patriótica (MSP), se da casi por segura, su imagen se ha visto dañada dentro del país, muestra de lo cual fueron las protestas que se desencadenaron en febrero tras el anuncio de su candidatura.

La respuesta de las autoridades, que ha incluido una extensa represión de las protestas, ha tensado aún más los ánimos, especialmente a raíz del asalto en febrero contra la residencia del opositor Yaya Dillo, que se saldó con dos muertos, entre ellos la madre del antiguo líder rebelde.

Dillo, quien llegó a ser puntualmente aliado de Déby, denunció tras el asalto un intento de asesinato, mientras que el Gobierno le acusó de encabezar una "rebelión armada" y de presentar su candidatura para lograr inmunidad ante los procedimientos judiciales abiertos contra él.

El asalto provocó duras críticas por parte de la oposición y varios candidatos anunciaron incluso que retiraban sus candidaturas ante la tensa situación en el país como gesto de desaprobación al presidente. Pese a ello, algunas de ellas fueron posteriormente aceptadas por el Tribunal Supremo.

Así, el Supremo aceptó un total de diez de las 17 candidaturas presentadas, si bien entre las descartadas figuran las del propio Dillo y las del opositor Succes Masra, líder de Los Transformadores, quien ha llegado a reunirse con Déby para intentar abrir un diálogo que permitiera acercar posturas antes de la votación, algo que no ocurrió.

Estas bajas se suman a las de Baba Ladé y Laoukein Medard, cuyas candidaturas fueron igualmente rechazadas por las autoridades y que cuentan con una importante capacidad de movilización, en otra decisión que allana el camino a Déby al apartar a políticos conocidos de la carrera hacia la Presidencia.

Por su parte, el destacado opositor Salé Kebzabo, presidente de la Unión Nacional para la Democracia y la Renovación, así como Ngarlejy Yorongar y Théophile Bongoro --ambos, figuras de importante peso--, anunciaron su retirada del proceso, pese a que sus candidaturas fueron aceptadas, y han hecho un llamamiento al boicot.

Kebzabo ha denunciado "una farsa" y "una militarización evidente del clima político", antes de acusar a Déby de "negarse a organizar un diálogo" para abordar las quejas de la oposición, según la cadena de televisión británica BBC. La campaña de boicot está apoyada por varios partidos y organizaciones de la sociedad civil.

Sin embargo, el portavoz del MSP, Jean-Bernard Padaré, ha restado importancia al boicot, que ha descrito como un "no acontecimiento". "El compromiso de presentarse es una convicción individual, todos saben por qué se postulan al voto de nuestros conciudadanos", ha dicho.

"En cualquier caso, creemos que es hora de que el señor Kebzabo se retire y se vaya a descansar. Sin ánimo de ofender: es un poco ridículo. Hay que ser más serios", ha indicado, en un mensaje destinado a garantizar la normalidad de la situación y la transparencia del proceso electoral.

LOS RIVALES DE DÉBY

De esta forma, Déby hará frente a un total de seis candidatos, entre ellos el ex primer ministro Pahimi Padacket Albert y la exministra Lydie Beassemda, quien se convierte así en la primera mujer en presentar su candidatura a la Presidencia de Chad.

Junto a ellos figuran Roumadoungar Nialbé Félix, Alladoum Baltazar, Brice Guedembaye Baimon y Yombombé Théophile. Todos ellos han rechazado sumarse al boicot a los comicios y han defendido la necesidad de que la oposición cuente con candidatos para intentar derrotar a Déby y proceder a un cambio de las políticas desde el poder.

A esta situación se suma la detención e imputación por cargos de terrorismo de varios opositores y activistas por supuestos planes para ejecutar atentados, según confirmó el viernes el Ministerio de Seguridad Pública, que señaló que entre los arrestados hay "responsables políticos".

"Este grupo había proyectado además el asesinato de líderes de partidos políticos y de la oposición democrática, así como de asociaciones de la sociedad civil, para hacer responsable al Gobierno", subrayó el Ministerio en un comunicado, tal y como recogió el portal Alwihda.

CRÍTICAS DE LAS ONG

En este contexto, Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que las fuerzas de seguridad han aplastado las protestas "de forma implacable" y han dañado el derecho de los chadianos a elegir libremente a sus representantes.

"Mientras muchos chadianos salen valientemente a las calles para pedir pacíficamente un cambio y que se respeten sus derechos básicos, las autoridades de Chad han respondido aplastando la disidencia y la esperanza de unas elecciones justas o creíbles", ha dicho la subdirectora de HRW para África, Ida Sawyer.

"Las autoridades deben respetar la libertad de expresión y asamblea, garantizar que la Policía ejerce la contención durante las protestas opositoras e investigar urgentemente el asalto mortal contra la familia de un líder opositor y otras denuncias sobre abusos", ha agregado.

En este sentido, la ONG ha denunciado el uso de gases lacrimógenos contra varias protestas pacíficas y el arresto de más de 110 miembros de partidos opositores y seguidores de estas formaciones, que habrían sido además sometidos a agresiones y otros malos tratos durante su periodo bajo custodia.

El activista Mahamat Nour Ibedou ha denunciado en declaraciones a HRW que Chad "es un país rico en petróleo, pero la población sigue siendo desesperadamente pobre porque los recursos han sido malversados". "Hay una élite extremadamente rica integrada por unas pocas personas cercanas al Gobierno y luego el resto de la población, que lucha por sobrevivir y vive en condiciones duras, comiendo una vez al día", ha añadido.

Por ello, Sawyer ha manifestado que "las violaciones de los Derechos Humanos y la privación de las libertades fundamentales han socavado la credibilidad de las próximas elecciones" y ha hecho hincapié en que "los socios internacionales no deberían mirar a otro lado ante los abusos, sino presionar al Gobierno para que respete la libertad de asamblea, controle a las fuerzas de seguridad y garantice rendición de cuentas por los abusos".

En esta línea se ha expresado Amnistía Internacional, que en su reciente informe anual sobre los Derechos Humanos ha recogido que las autoridades "restringieron la libertad de expresión" y que las medidas adoptadas frente a la pandemia de coronavirus "limitaron el acceso de muchas personas a la alimentación".

Chad celebrará además las elecciones en un contexto de inseguridad debido al repunte de los atentados en el país, principalmente en la cuenca del lago Chad, donde operan el grupo yihadista nigeriano Boko Haram y su escisión, Estado Islámico en África Occidental (ISWA).