Publicado 29/10/2021 03:02

El designado ministro de Exteriores de Sudán por los golpistas dice que no hay intención de seguir con gobierno militar

Humo en Jartum durante el golpe de Estado del 25 de octubre de 2021
Humo en Jartum durante el golpe de Estado del 25 de octubre de 2021 - CHINESE MEDICAL EXPERT TEAM TO SUDAN / XINHUA NEWS

   MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Ali al Sadiq, quien ha sido nombrado este jueves ministro de Exteriores de Sudán por parte del líder del golpe de Estado, Abdelfatá al Burhan, ha manifestado que "no hay intención de continuar con el gobierno militar" y que la asonada se dio para corregir el rumbo del país.

   Así, durante un encuentro con embajadores acreditados en la capital del país, Jartum, Al Sadiq ha confirmado que el objetivo del movimiento militar es culminar la transición política y que las partes regresen a la mesa de diálogo, recoge Alarabiya.

   Este jueves, Al Burhan, líder golpista y presidente del Consejo Soberano de Transición, ha designado a Al Sadiq como encargado de la cartera de Relaciones Exteriores, justo unas horas después de que al menos seis embajadores sudaneses fueran destituidos de sus cargos.

   Estos funcionarios habrían sido despedidos por sus críticas a la asonada, y entre ellos se encuentran los diplomáticos de Sudán en Estados Unidos y Francia o el enviado a Bruselas para las relaciones con la Unión Europea.

   Por su parte, la encargada del Ministerio por parte del Gobierno de transición, Maryam al Sadiq al Mahdi, ha trasladado su rechazo por las medidas excepcionales implantadas por Al Burhan, al tildado el movimiento militar como un "golpe de Estado" y ha defendido la legitimidad del Ejecutivo del primer ministro, Abdalá Hamdok.

LA ASONADA

   El presidente del Consejo Soberano de Transición, quien es además jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, anunció el lunes la disolución de este organismo y del Gobierno de transición, al tiempo que impuso el estado de emergencia en el país, tras semanas de tensiones entre civiles y militares.

   Al Burhan defendió el martes la asonada y denunció que las fuerzas políticas "querían monopolizar" la transición, tras varias semanas de tensiones y acusaciones entre civiles y militares, antes de prometer que el Ejército "no interferirá" en la formación del nuevo Ejecutivo.

   Sudán fue escenario a mediados de septiembre de un intento de golpe de Estado, según apuntaron las autoridades de transición, a cargo de un grupo de oficiales de las Fuerzas Armadas supuestamente vinculados con el expresidente Omar Hasán al Bashir, derrocado en 2019 en una asonada tras meses de masivas manifestaciones en su contra.

   Las autoridades de transición fueron instauradas tras un acuerdo entre la junta militar anterior, surgida tras el golpe de Estado de 2019, y diversas organizaciones civiles y formaciones políticas opositoras. Este Gobierno ha iniciado una batería de reformas sociales y económicas y ha alcanzado un acuerdo de paz con importantes grupos rebeldes de Darfur y otras zonas del país.

   Sin embargo, la intentona de septiembre derivó en un intercambio de críticas y acusaciones entre los elementos civiles y militares que ha ahondado la crisis política, incluidas peticiones por parte de Al Burhan para disolver el Gobierno, que han derivado en los últimos días en manifestaciones enfrentadas a favor de las autoridades de transición y el Ejército.