ASUNCIÓN, 20 May. (Reuters/EP) -
El Gobierno del presidente paraguayo Horacio Cartes ha destituido este miércoles al comandante de la Policía y sus principales colaboradores, en medio de un escándalo que ha dejado al descubierto un esquema de corrupción con cupos de combustible para patrulleras.
El comandante Francisco Alvarenga fue incluido junto a otros tres policías en la investigación fiscal sobre el millonario desvío, uno de los casos más graves que afecta a este cuerpo de seguridad en los últimos años.
"Tenemos la fuerte sospecha de que el señor Francisco Alvarenga Rotela es cómplice del hecho punible de enriquecimiento ilícito (...) hemos formulado la imputación y tenemos seis meses para recabar información que pueda sostener nuestra teoría ante los tribunales", ha explicado el fiscal Federico Espinoza.
La Fiscalía presume que un pequeño grupo de uniformados administró de manera fraudulenta casi 200 tarjetas electromagnéticas expedidas por la petrolera estatal Petropar para proveer combustible a los coches de la Policía.
Los agentes hacían efectivo el dinero en determinados puntos de venta sin cargar el combustible. Tres encargados de estaciones de servicio fueron incluidos también en el proceso.
El principal implicado es el suboficial que tenía a su cargo las tarjetas, quien se encuentra detenido desde la semana pasada. El funcionario, que recibía un salario equivalente a unos 1.500 dólares, vivía rodeado de lujos y la Fiscalía dijo que encontró ciertos vínculos con el hijo de Alvarenga.
El ministro del Interior, Francisco de Vargas, ha anunciado que recibió instrucciones del presidente de llevar adelante una investigación clara y transparente.
"Es hora de cambiar. No proyecta una buena imagen lo que está ocurriendo (la destitución del comandante) pero es un proceso necesario", ha afirmado el ministro, quien fue fiscal antes de asumir el cargo en el Poder Ejecutivo.
"Lo que menos queremos es apañar esto, de una vez por todas debemos empezar a luchar contra la corrupción", ha añadido el ministro, quien no ha descartado la posibilidad de que haya más cómplices en el esquema.
Según informa el diario local 'ABC Color', el ministro del Interior ha designado al comisario Críspulo Sotelo como comandante de la Policía y al comisario Luis Alberto Marecos como su número dos. El nuevo titular de la Policía se encuentra fuera del país y ocupaba hasta ahora el puesto de jefe de Apoyo Técnico.
"Se tiene que llegar hasta el final de la investigación y se tiene que caer con todo a los responsables", ha defendido el ministro, reconociendo que "impacta negativamente en la Policía que su comandante esté procesado, pero es un proceso necesario". Según ha dicho, Alvarenga "iba a tratar de eludir responsabilidades. Debemos propiciar los cambios desde adentro".