Publicado 27/09/2016 08:29

El día que México volvió a ser de los mexicanos

Independencia Mexico
WIKIPEDIA

   CIUDAD DE MÉXICO, 27 Sep. (Notimérica) -

   El proceso de independencia de México fue uno de los más largos de Iberoamérica. Para 1821 el conflicto ya había durado once años, durante los cuales las muertes, capturas, derrotas y persecuciones habían reducido el movimiento original a una guerra de guerrillas.

   Tras varios años de Guerra por la Independencia de México, las fuerzas realistas al mando del coronel Agustín de Iturbide y las insurgentes comandadas por Vicente Guerrero, llegaron a un acuerdo para finalizar los hostilidades y formar el Ejército Trigarante o de las Tres Garantías (Religión, Independencia y Unión), que entró triunfante a la capital de la que era la Nueva España, Ciudad de México.

   A este hecho se le conoce como 'La Consumación de la Independencia', aunque hay que resaltar que se trataba de una Independencia que reconocía la autoridad del rey español Fernando VII, incluso se le invita a formar en estas tierras su Corte y encabezar el Imperio Mexicano.

   A principios de 1820, la situación en la Nueva España era muy complicada, pues ni el Ejército realista ni el insurgente podía resultar triunfador. En España, el movimiento antiabsolutista había obligado a Fernando VII a restablecer la Constitución de Cádiz, que limitaba su poder, consagraba la libertad de imprenta y los derechos del individuo, y a convocar a las Cortes.

   Los mismos peninsulares que habían combatido a los insurgentes se reunieron en la llamada conspiración de la Profesa, para lograr la independencia evitando así que la nueva constitución y las libertades que propugnaba, se implantaran en la Nueva España. Dirigido por el canónigo Monteagudo, el grupo de la Profesa logró que el Virrey de la Nueva España, Juan Ruíz de Apodaca, nombrara a Iturbide comandante del Ejército del sur, con la consigna de acabar con Guerrero.

   La habilidad de Iturbide, su sutil olfato político, hizo que, en lugar de perseguir a Guerrero, lanzara el plan de Iguala, el cual se fundamentó en tres garantías: religión católica como única aceptada, unión de todos los habitantes, e independencia de la Nueva España. El documento constaba de 24 artículos que sintetizaban las aspiraciones autonomistas e independentistas de todos los sectores de la sociedad.

   Del mismo modo, se pretendía establecer un régimen monárquico moderado constitucional adecuado a la entidad cuyo trono sería ofrecido al propio Fernando VII, o bien a alguno de los infantes de España, lo cual dejaba la puerta abierta a los que insistían en las ideas absolutistas.

   El Plan de Iguala fue enviado al jefe político superior Apodaca pero la respuesta de éste no fue la esperada, el día 3 de marzo, Apodaca publicó un bando exhortando a todos los habitantes a no leer los planes seductores de Iturbide, los cuales eran contrarios a la Constitución que se había jurado en mayo.

   De este modo, Iturbide envió dos cartas con copias del Plan de Iguala a España. La primera fue dirigida al rey Fernando VII a quien invitó para gobernar al reino de la América septentrional o Imperio Mexicano. La segunda fue dirigida a los diputados de las Cortes españolas a quienes pidió aceptar de forma pacífica la independencia de la Nueva España, advirtiéndoles que tenía un ejército (Trigarante) disciplinado listo para defender esta causa.

   La idea de la creación de este Ejército era de marchar por todo el país difundiendo el Plan de Iguala y el desarme, para unir más personas a su causa.

   Tras las derrotas y capitulaciones que se suscitaron durante los primeros cinco meses de la campaña del Ejército Trigarante fueron una afrenta para los oficiales de los cuerpos expedicionarios españoles, quienes achacaron estas desgracias a la impericia e ineptitud de Apodaca.

   Dicho mandatario fue destituido por su propia guarnición y regresó a España. Iturbide pactó alianzas con los jefes insurgentes y persuadió a buena parte de las fuerzas realistas de sumarse a su causa.

   Por consiguiente, fue nombrado nuevo virrey Juan de O'Donojú. Éste e Iturbide firmaron el 24 de agosto de 1821 los Tratados de Córdoba, compuestos por diecisiete artículos en cuyos puntos principales se reconocía la soberanía e independencia del Imperio Mexicano, el cual sería monárquico constitucional moderado.

   Fue así como, tras la firma de los tratados, el Ejército español que permanecía defendiendo la capital, emprendió su retirada hacia Veracruz. Entonces el ejército Trigarante, al mando de Iturbide, hizo su entrada triunfal con un numeroso contingente en la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, consumando la Independencia.

AGUSTÍN DE ITURBIDE

   Curiosamente, también un 27 de septiembre pero de 1783 nacía Agustín de Iturbide, considerado el primer emperador de México.

   Este militar y político presidió la regencia del primer Gobierno provisional mexicano y el 18 de mayo de 1822 fue proclamado emperador y coronado dos meses más tarde con el nombre de Agustín I.