BUENOS AIRES, 25 Jul. (Notimérica) -
El intendente 'kirchnerista' de la ciudad argentina de Río Gallegos, de donde es originaria la familia Kirchner, ha presentado su dimisión tras varios meses de conflictos con los empleados municipales que han sumido a la ciudad en el caos.
La dimisión del intendente, Raúl Cantín, se produjo el viernes, tan sólo un día después de que la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, encabezara un acto electoral en la ciudad, y algunos apuntaron a que ella le pidió la renuncia.
Sin embargo, Cantín aclaró: "A mí nadie me pidió la renuncia. Al contrario, he tenido el acompañamiento permanente del Gobierno nacional y de todos los compañeros del Justicialismo".
El conflicto por el que el intendente debió pedir la renuncia comenzó hace ya cuatro meses, cuando los empleados municipales iniciaron medidas de fuerza reclamando parte de la subida salarial que se les había prometido en 2014 pero que nunca recibieron.
Por esa razón, Río Gallegos ha quedado tapada por la basura, sin mantenimiento de semáforos y desagües y sumida en un caos sin solución a la vista en plena campaña electoral, ya que el próximo 9 de agosto tendrán lugar las primarias de las elecciones provinciales y nacionales.
CRÍTICA Y AUTOCRÍTICA
El ya exintendente pidió disculpas a los vecinos y añadió que tomó "decisiones que, aunque bien intencionadas, resultaron equivocadas y fueron acumulando problemas, generando conflictos, pero fueron mis decisiones y me hago cargo".
Desde el propio 'kirchnerismo' apuntaron contra el intendente y, de hecho, el hijo de la presidenta, Máximo Kirchner --quien se presenta como candidato a diputado nacional por la provincia--, criticó la decisión de renunciar del intendente.
"La responsabilidad que tiene el intendente es la de terminar su mandato. Y va a tener que encontrar una salida a esto", dijo el hijo de la presidenta antes de que se supiera que Cantín había dimitido: "Uno no puede decir 'me cansé y me voy a mi casa'. No debe tener una actitud caprichosa".
El candidato a gobernador de la Unión Cívica Radical (UCR), Eduardo Costa, criticó que la renuncia del intendente no modifica las políticas municipales: "Podrán cambiar de hombre pero las políticas van a seguir siendo las mismas. El problema son las políticas porque piensan en ellos y no en los problemas de la gente".
El intendente interino, Pablo Grasso --también 'kirchnerista'--, calificó de "irresponsabilidad" la renuncia "a esta altura del partido", sobre todo teniendo en cuenta que dentro de dos semanas serán las primarias.
Grasso deberá buscar una solución al conflicto gremial, aunque ya ha anunciado que "no podemos dar bajo ningún punto de vista un aumento salarial hasta que no terminemos de ordenar las cuentas del municipio".