MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
Bosko Obradovic, líder del partido opositor serbio de extrema derecha Dveri, así como dos miembros del gubernamental Partido Progresista han iniciado una huelga de hambre por sus diferencias sobre la celebración de las elecciones parlamentarias en el país, que han sido pospuestas hasta el 21 de junio debido a la crisis provocada por el coronavirus.
La oposición del país ha llamado a boicotear las elecciones y ha acusado al presidente serbio, Aleksandar Vucic, de censurar a los medios de comunicación y obstaculizar la celebración de unos comicios libres.
Por ello, miles de personas han salido a la calle a manifestarse durante meses en el marco de unas protestas que se han convertido ahora en fuertes caceroladas debido a las estrictas medidas de cuarentena impuestas por el coronavirus.
La huelga de hambre de Obradovic tiene como objetivo protestar por la detención de una quincena de sus seguidores a raíz de una serie de enfrentamientos registrados entre diputados de la formación gubernamental y opositores el viernes frente al Parlamento.
Ahora, el líder opositor exige a Vucic hablar sobre la libertad de expresión y el establecimiento de condiciones para llevar a cabo una campaña justa, según informaciones de la agencia de noticias Bloomberg.
"Creo que estoy pidiendo algo razonable y constructivo, el diálogo entre autoridad y oposición", ha manifestado. Sin embargo, dos miembros del Partido Progresista --a quienes los sondeos dan la mayoría en los comicios-- han respondido a la huelga de Obradovic con su propia huelga de hambre.
Tal y como han asegurado, no volverán a comer hasta que los 15 arrestados sean imputados. "Por el futuro de nuestros niños, la Serbia decente y moderna derrotará a los 'haters'", ha aseverado Vucic.
Los partidos de la oposición, que han dejado de hacer campaña ante las fuertes medidas de confinamiento, han acusado al presiente de bloquear el acceso a los medios estatales.
Vucic cuenta actualmente con más apoyos que cualquier otro líder serbio en más de dos décadas, con un 61 por ciento de la población respaldando su gestión, tal y como indican varias encuestas.
El país, con 7 millones de habitantes, se ha visto menos golpeado por el coronavirus que otros países de Europa y cuenta con 215 muertos a causa de la Covid-19.