Actualizado 05/08/2015 15:21

¿Cómo y dónde surgió el primer semáforo eléctrico?

   MADRID, 5 Ago. (Notimérica) -

   Los semáforos eléctricos revolucionaron la conducción, incrementando la seguridad y previniendo los accidentes de automóvil. En la actualidad, forman parte del paisaje de las ciudades y aunque no son apreciados por muchos, su utilidad es incuestionable.

   Aunque estamos acostumbrados a verlos a diario, muchas veces olvidamos su importancia, por ese motivo, el buscador Google ha dedicado este miércoles su característico 'doodle' a los semáforos, un aparato cuya procedencia y fecha de invención es desconocida por muchos.

   A finales del siglo XIX los carruajes eran la principal forma de transporte utilizada por los nobles, sin embargo, este sistema era costoso, ya que requería de un chófer y del mantenimiento de los caballos que debían tirar de los mismos.

   Un número relativamente limitado de conductores hacía que las normas de tráfico no fueran muy importantes en la época. Esto cambió con la producción en masa de automóviles.

   El 5 de agosto de 1914, hace 101 años, tan sólo 8 días después de que estallará la Primera Guerra Mundial, se instaló en Cleveland (Estados Unidos) el que sería el primer semáforo eléctrico.

   Este hecho histórico fue uno de los más importantes para la industria automovilística, aunque todavía harían falta años para el perfeccionamiento del sistema.

   El primer semáforo contaba con luces rojas y verdes y un zumbido que imitaba a la actual luz ámbar y que advertía que el semáforo iba a cambiar de color.

PRIMEROS INTENTOS EN LONDRES.

   Algunos cuestionan que Estados Unidos sea realmente el precursor del control de tráfico e indican que Londres pudo ser la primera ciudad en tomar medidas al respecto, 46 años antes de que lo hiciera Estados Unidos.

   Cerca del Parlamento en Londres, una zona muy transitada de la ciudad ya a comienzos del siglo XX, los británicos idearon un primer prototipo de semáforo que funcionaba con gas y era manipulado por un policía.

   Este sistema algo rudimentario fue eliminado de las calles de Reino Unido, ya que poco tiempo después de ser instalado, explotó matando al policía que se encargaba de su manejo.

   El inventor Garret Augustus Morgan tomó esta idea y la trasladó a su proyecto en Cleveland, creando el que sería el primer semáforo que funcionaba con energía eléctrica.