MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva ha enviado este miércoles una carta al exmandatario ecuatoriano Rafael Correa en la que le ha expresado su solidaridad por la orden de detención en su contra y ha denunciado que ambos son "víctimas de la "judicialización de la política".
"Te envío mi solidaridad con la seguridad de que la justicia finalmente triunfará y nuestros pueblos decidirán democráticamente el futuro de nuestros países y de América Latina", ha señalado Lula en su carta, escrita desde la cárcel de Curitiba, donde se encuentra desde abril, según ha recogido Telesur.
Correa ha agradecido las palabras del expresidente brasileño y ha asegurado que "no podrán contra nuestras montañas de dignidad, verdad y justicia" y que "podrán encarcelar nuestros cuerpos, pero no nuestros ideales".
Los presidente de Venezuela y Bolivia, Nicolás Maduro y Evo Morales, respectivamente, también han salido en defensa de Correa, que se encuentra en Bélgica.
"Primero Cristina. Luego Lula. Ahora Rafael Correa", ha escrito Maduro en Twitter en alusión a los procesos judiciales iniciados contra la ex presidenta argentina y el ex presidente brasileño. "Cese a la persecución contra los líderes auténticos de nuestra América", ha reclamado.
Por su parte, Morales ha criticado la "politización de la Justicia ecuatoriana y la injerencia de Estados Unidos" para "encarcelar a un inocente". "Estamos contigo, hermano Correa. ¡Venceremos!", ha dicho el líder indígena en la misma red social.
El fiscal general de Ecuador, Paúl Pérez, dictó el martes prisión preventiva contra Correa por incumplir la medida cautelar que desde el 2 de julio le obliga a presentarse cada quince días ante la Corte Nacional de Justicia (CNJ), ubicada en Quito. Pérez ha pedido que se notifique a Interpol a través de una 'alerta roja' para que sea detenido y extraditado.
Correa se presentó el lunes en el Consulado de Ecuador en Bruselas para cumplir la medida cautelar. El ex presidente ya había advertido de que no se trasladaría a Quito porque desde que abandonó el cargo, el 24 de mayo de 2017, vive en Bélgica, país natal de su mujer, con su familia.
El líder izquierdista ha insistido en que este último movimiento judicial forma parte de un "complot" y ha confiado en que "una monstruosidad así jamás prosperará en un Estado de Derecho como Bélgica".
La Fiscalía le acusó en junio de los delitos de asociación ilícita y secuestro por el supuesto intento de rapto que sufrió Balda en 2012 cuando estaba en Bogotá, una causa que se ha reactivado tras seis años de letargo porque, de acuerdo con la presunta víctima, la anterior administración la bloqueó.
Correa achaca este caso a la supuesta persecución política orquestada por su sucesor, Lenín Moreno. El actual presidente llegó al Palacio de Carondelet aupado por su predecesor, pero ahora se declaran rivales por la ofensiva contra la corrupción que ha lanzado el nuevo mandatario y que incluye a Correa y sus fieles.