ECUADOR, 24 Oct (EUROPA PRESS)
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, denunció un intento de atentado contra su vida con productos químicos altamente tóxicos, encontrados en regalos recibidos durante un encuentro con agricultores en Los Ríos la semana pasada. Ya se interpuso una denuncia penal para investigar el episodio, confirmó en una entrevista con CNN. "Había tres químicos diferentes con una altísima concentración y era prácticamente imposible que estos tres químicos estén juntos en esos niveles en un producto en particular", argumentó Noboa, descartando la posibilidad de un accidente.
Los regalos, una mermelada y chocolates, entregados el 17 de octubre durante una visita a Babahoyo, fueron inmediatamente sujetos a investigación tras la activación de los protocolos de emergencia por el equipo de seguridad del mandatario. Los análisis confirmaron la presencia de cloruro de tionilo, cloroetanol y antraceno, lo que precipitó la apertura de una investigación.
Yolanda Peñafiel, quien se identificó como la persona a cargo de la entrega de los obsequios y representante de la marca 'Yoli', negó cualquier mala intención detrás de su acción. Alegó que su contribución fue un gesto de buena voluntad en representación de la Asociación Agropecuaria 15 de Septiembre, beneficiaria de apoyo gubernamental. "Mi corazón no está para hacerle daño a nadie", declaró, expresando su deseo de que la situación se esclarezca para limpiar su nombre y el de su marca, ambos afectados por las acusaciones.
Este incidente ocurre tras un ataque contra el convoy de Noboa en Cañar, donde enfrentó agresiones físicas, incluyendo piedras, palos y "cohetes caseros". El mandatario destacó que se realizaron evaluaciones de seguridad previas, aunque admitió fallos en el proceso. "También se está investigando", reveló sobre este asalto. Noboa relató experiencias similares en Imbabura, con ataques hacia su comitiva. En medio de tensiones con grupos indígenas, que han acusado al gobierno de provocación y buscan justificar la represión hacia sus movimientos, especialmente en contextos de protesta por políticas de subsidio al diésel, los incidentes reflejan un clima de hostilidad y riesgo para el liderazgo del país.