ECUADOR, 28 Oct (EUROPA PRESS)
El presidente ecuatoriano Daniel Noboa puso fin a los decretos que establecían el estado de excepción en diez provincias del país, medida tomada tras una intensa serie de manifestaciones desencadenadas por la eliminación de los subsidios al diésel. Este ajuste provocó una fuerte oposición, particularmente de las comunidades indígenas. Los territorios afectados fueron Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, Cañar, Azuay, Orellana, Sucumbíos y Pastaza.
Originalmente aplicado en siete provincias, el alcance del estado de excepción se expandió a diez debido al incremento de los bloqueos en diversas carreteras. A pesar de que las protestas cesaron el 22 de octubre, luego de un mes de movilizaciones, detenciones y enfrentamientos que dejaron tres muertos y decenas de heridos según reportó el medio 'Primicias', las restricciones se mantuvieron hasta ahora.
Marlon Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), expresó: "Este paro pudo haberse evitado si hubiera existido diálogo y sensibilidad antes de imponer decisiones que afectan a los más pobres". Las demandas de las organizaciones indígenas continúan en pie, exigiendo no solo la restitución del subsidio al combustible, pero también mejoras en la calidad de la salud, la educación y el cese de la minería a gran escala en sus territorios.