Actualizado 17/12/2013 20:46

EEUU.- El acusado de la masacre de Fort Hood renuncia a su último turno de palabra y espera ya la sentencia

Nidal Hasan
REUTERS

WASHINGTON, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -

El psiquiatra militar estadounidense Nidal Hasán, acusado de matar a trece soldados y del intento de asesinato de otras 32 personas en noviembre de 2009 en la base de Fort Hood, ha renunciado este jueves a su último turno de palabra y el caso ha quedado visto para sentencia con los alegatos finales del fiscal.

El juicio ha transcurrido sin que Hasán apenas se defendiese, ya que no citó ningún testigo a su favor. Los abogados que asesoran al psiquiatra militar llegaron a pedir a la juez, coronel Tara Osborn, que les apartase del caso alegando que no querían colaborar con una persona que aparentemente desea ser ejecutado. La juez, sin embargo, denegó esta solicitud.

Hasán, de 42 años, nunca ha negado su responsabilidad en la matanza, pero ha asegurado que lo hizo para proteger a los musulmanes y a los talibán de Afganistán, dentro de lo que algunos testigos han citado como un deber con la 'yihad'. El centro de Fort Hood servía como base de entrenamiento para militares que posteriormente iban a ser desplegados en Irak y Afganistán.

Durante los últimos once días, los testigos citados por la fiscalía han descrito lo ocurrido el 5 de noviembre de 2009 en Fort Hood. Varios de ellos han contado cómo Hasán, de pie sobre una silla, gritaba "Alá es grande" mientras realizaba más de 140 disparos.

El acusado aseguró el miércoles que sus actos no fueron "repentinos", ya que se produjeron "provocaciones adecuadas" debido a que los soldados iban a participar en la "guerra ilegal" de Afganistán.

El fiscal Steve Hendricks ha indicado este jueves en su alegato final que Hasán pensó con anticipación el crimen y que decidió emprender su acción en el barracón 13 porque sabía que estaría lleno de soldados y lo convirtió en su "zona privada de asesinatos", informa CNN.

Hasán ha comparecido ante el tribunal en una silla de ruedas, ya que resultó herido durante el tiroteo --la Policía disparó contra él para detenerle-- y se encuentra paralizado de cintura para abajo. El acusado ha pedido numerosos recesos para descansar y rezar.