NUEVA YORK, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
Phil Gordon, el alcalde de Phoenix, capital del estado de Arizona, está dispuesto a seguir adelante con sus planes de recurrir la nueva ley adoptada en este estado en la que se criminaliza la inmigración ilegal pero lo hará a título personal, ya que no cuenta con el respaldo suficiente de los concejales de su ayuntamiento.
El alcalde pretendía someter a votación ayer martes la cuestión, pero a sabiendas de que no contaba con el respaldo de los nueve concejales, optó por retirarla y presentar el recurso en solitario, en virtud de una disposición local que le da poder para demandar al estado y que un tribunal estatal se pronuncie sobre la constitucionalidad de la norma.
"En virtud de la carta (de la ciudad) como alcalde de la ciudad de Phoenix, he aceptado los consejos legales para preparar una denuncia en nombre de la ciudad", explicó anoche a la prensa, asegurando que el dinero para sufragar el coste de esta cruzada no saldrá del bolsillo de los ciudadanos sino que organizará una campaña para recaudar fondos.
La controvertida ley, promulgada el viernes pasado por la gobernadora Jan Brewer, estipula como delito la presencia ilegal en el país y requiere que la Policía aclare con cualquier persona si se trata o no de un inmigrante ilegal cuando se sospecha de que pueda ser así.