Actualizado 17/12/2013 21:00

EEUU.- El canciller brasileño viaja a EEUU, donde espera recibir explicaciones del presunto espionaje

El canciller de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, en una conferencia de prensa en
Ueslei Marcelino / Reuters


BRASILIA, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Exteriores de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, viajará el martes a Nueva York, donde se espera que se reuna con la consejera de Seguridad Nacional, Susan Rice, después de las informaciones publicadas por la prensa sobre el espionaje al que habría sido sometida la mandataria brasileña Dilma Rousseff por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) norteamericana.

Figueiredo, que estará en Nueva York a partir del martes hasta el próximo viernes 13 de septiembre, acudirá a Estados Unidos después de que Dilma Rousseff explicara que el presidente estadounidense, Barack Obama, se había comprometido "a responder al Gobierno brasileño antes de este miércoles sobre lo que ocurrió", según la agencia Brasil.

Rousseff se entrevistó el pasado jueves con Obama, aprovechando la presencia de ambos en la cumbre del G20 en San Petersburgo, donde "el mandatario asumió la responsabilidad directa y personal de la investigación de las denuncias de espionaje", según la presidenta.

A finales del mes de agosto, la cadena Globo reveló que la NSA espió a Rousseff y al ahora presidente de México, Enrique Peña Nieto, cuando aún era candidato, en base a documentos filtrados por Edward Snowden. En concreto, la NSA espió el contenido de las llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de texto de Rousseff y de varios de sus "asesores clave".

Rousseff ordenó cancelar el viaje para el sábado pasado de la comitiva encargada de preparar su viaje a Estados Unidos el próximo mes de octubre.

De acuerdo con una fuente presidencial citada por Estadao, Rousseff informó de que la única manera de convencerla de la necesidad e importancia de acudir a la cita es a través de una disculpa y arrepentimiento por parte del Gobierno de Estados Unidos. La decisión final dependerá de las alegaciones, esta vez exigidas por escrito, que el Ejecutivo de Obama dé a las reclamaciones de Brasil, había señalado la fuente.