Actualizado 23/02/2006 04:01

EEUU/Centroamérica.- El Gobierno estadounidense amplía el permiso de residencia para Honduras, Nicaragua y El Salvador

WASHINGTON, 23 Feb. (EP/AP) -

El Gobierno estadounidense ampliará en 12 meses el estado de residencia temporal, conocido como TPS, para casi medio millón de salvadoreños, nicaragüenses y hondureños, informó ayer miércoles la congresista Ileana Ros-Lehtinen.

Ros-Lehtinen, republicana de origen cubano y miembro de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes, dijo que el anuncio será hecho oficial el viernes, en que el presidente George W. Bush tiene prevista una reunión con su colega salvadoreño Tony Saca.

"Esta extensión para nicarag*enses, hondureños y salvadoreños significa un gran alivio para ellos y a la vez asegura la estabilidad regional en nuestro hemisferio", dijo Ros-Lehtinen.

Una gran parte de los ingresos fiscales de Nicaragua, Honduras y El Salvador depende de las remesas que envían desde Estados Unidos sus connacionales, indicó Ros-Lehtinen, quien había estado gestionando ante Bush esa medida junto con sus colegas legisladores Lincoln Díaz Balart y Mario Díaz Balart.

Los tres legisladores, que representan al estado de la Florida, sostendrán el jueves una rueda de prensa en Miami con Saca, quien hará una escala allí en su viaje a Washington.

Estados Unidos ofreció residencia legal temporal y el permiso para trabajar en el país a nicarag*enses y hondureños después del huracán Mitch en 1998 y a salvadoreños tras un terremoto devastador en 2001.

El TPS ha sido renovado en varias ocasiones, generalmente por 18 meses.

La extensión ahora por sólo 12 meses puede ser el reflejo del interés de la Casa Blanca de sacar adelante un programa de trabajadores temporales que obligaría a los indocumentados a retornar a su país y gestionar un permiso de retorno por dos o tres años, sin posibilidad de residencia permanencia.

De esa manera, los beneficiarios con el TPS de esos países tendrían que abandonar Estados Unidos el próximo año si el Congreso aprueba ese tipo de provisión en la reforma de las leyes de inmigración que empezará a debatir a fines de marzo.

Ros-Lehtinen señaló que sin una renovación, los centroamericanos "enfrentarían deportaciones a un país donde muchos encontrarían violencia e inestabilidad civil o una patria que aún se encuentra recuperándose de los desastres naturales".

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