Publicado 21/03/2024 03:37

EEUU.- Condenado a 40 años de cárcel un expolicía de EEUU implicado en un caso de tortura contra dos afroamericanos

Archivo - Imagen de archivo de un manifestante con un cartel en el que se puede leer 'Black Lives Matter' (Las vidas de los negros importan)
Archivo - Imagen de archivo de un manifestante con un cartel en el que se puede leer 'Black Lives Matter' (Las vidas de los negros importan) - Europa Press/Contacto/Ron Adar - Archivo

MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un tribunal federal de Jackson (Estados Unidos) ha condenado a un cuarto exagente de la Policía del estado de Mississippi a 40 años de prisión por torturar a dos ciudadanos afroamericanos a principios de 2023 junto a otros cinco compañeros, de los que tres ya han recibido sus respectivas sentencias, mientras que se esperan las otras dos esta misma semana.

El juez de distrito Tom Lee ha impuesto la sentencia, que hasta ahora es la más dura de las cuatro, contra el exayudante del sheriff del condado de Rankin, Christian Dedmon, por cometer las acciones "más espantosas, brutales y crueles imaginables", según ha publicado la cadena de noticias CNN.

Previamente, el mismo juez ha condenado a los exagentes Hunter Elward (20 años de cárcel), Jeffrey Middleton (17 años y medio de prisión) y Daniel Opdyke (17 años y medio de cárcel), al considerar que los hechos eran "atroces y despreciables".

Los seis expolicías se declararon culpables en agosto de 2023 de los cargos relacionados con haber torturado a dos hombres negros, a los que asaltaron, arrestaron sin causa, detuvieron ilegalmente, golpearon y acusaron falsamente de delitos graves.

Además, Elward ha admitido que puso una pistola en la boca de una de las víctimas para asustarla, tras lo que el arma se disparó de forma accidental, causando heridas graves en la boca, garganta y cuello, aunque acabó sobreviviendo.

Los dos detenidos también fueron obligados a desnudarse, a ducharse juntos y a beber líquidos como aceite de cocina, leche o alcohol, todo ello mientras recibían insultos racistas y descargas eléctricas.

Tras ello, los agentes --que se autodenominan 'The Goon Squad' (El escuadrón de matones), debido a su disposición a usar fuerza excesiva y no denunciarlo-- intentaron ocultar sus acciones mediante una tapadera que incluía armas y drogas, algo que usaron para acusar a las víctimas hasta que uno de los agentes admitió los hechos.