Publicado 03/11/2019 08:35

EEUU.- Los demócratas se agarran al 'impeachment' como principal baza para frenar a Trump dentro de un año

Las primarias del Partido Demócrata aún no dejan claro quién se enfrentará a Trump el 3 de noviembre de 2020

WASHINGTON, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

El 3 de noviembre de 2020, los estadounidenses estarán llamados de nuevo a las urnas para unas elecciones que tendrán como principal campo de batalla la Casa Blanca. Donald Trump, que hace tres años consumó una meteórica reconversión de empresario a político, encara los últimos doce meses antes del gran día con los demócratas aún moviendo ficha para ver cuál es la mejor forma de plantarle cara.

Trump llegó a las elecciones de 2016 por detrás de su rival demócrata, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, pero rentabilizó al máximo su controvertido perfil hasta el punto de dar la sorpresa y convertirse en enero de 2017 en presidente de Estados Unidos. Ya en la Casa Blanca, el magnate neoyorquino mantuvo la misma línea y, de cara a 2020, pocos dudan de que seguirá igual.

La mayoría de los sondeos le sitúan con una popularidad inferior a estas alturas a la de otros predecesores --ronda el 40 por ciento--. Trump se ha esforzado por poner en duda la validez de dichos sondeos, aunque lo cierto es que hasta su cadena de cabecera, Fox News, también recoge datos similares.

Con Twitter por altavoz, el presidente presume de apoyo popular y de unos datos económicos que utiliza como principal baluarte para defender sus tres años de Gobierno. La red social también se ha convertido en el principal canal donde verter sus críticas contra la oposición demócrata, especialmente a raíz de la apertura de investigaciones en el Congreso para un posible juicio político (conocido por el término inglés de 'impeachment').

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se había mostrado reacia durante meses a escuchar las voces de la minoría progresista que reclamaba lanzar ya un proceso delicado y de resultado incierto. La gota que colmó el vaso fue una llamada telefónica ocurrida en julio y en la que Trump instaba a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, a investigar presuntas irregularidades --nunca confirmadas-- relacionadas con el exvicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter.

La difusión de la transcripción evidenció dichas presiones, pero Trump, lejos de agachar la cabeza, sacó pecho y siguió cuestionando sin pruebas a Biden. El presidente incluso ha subido la apuesta repudiando al funcionario anónimo que alertó en primer lugar del contenido de la llamada y a los dirigentes demócratas que están en primera línea en el Congreso.

LOS DEMÓCRATAS SE LA JUEGAN

La investigadora del Real Instituto Elcano Carlota García Encina ha explicado a Europa Press que, con esa llamada sobre la mesa, a Pelosi "no le quedaba otra" que dar el paso definitivo. El 'impeachment' teóricamente "está perdido" --los republicanos son mayoría en el Senado--, pero los demócratas juegan con la ventaja de poder exponer ante la opinión pública "un caso contra Trump".

"Se la están jugando", ha señalado García Encina, quien considera que Trump cuenta con un bloque sólido en el Congreso tras lograr "unificar a todos alrededor de su figura", especialmente después del fallecimiento del senador John McCain, un verso suelto en la línea de discurso marcada desde la Casa Blanca.

La mayoría de los sondeos publicados por los medios estadounidenses estiman que aproximadamente la mitad de la ciudadanía es favorable a iniciar un 'impeachment', a pesar de que el proceso aún está en fase primaria y ni siquiera está claro cuál será el calendario a seguir. La Cámara de Representantes aprobó el jueves la 'hoja de ruta', en una primera votación que evidenció la división entre los dos bloques.

Fuentes del Congreso citadas por la agencia Reuters han asegurado que el objetivo es concluir antes de que acabe el año la recopilación de pruebas para acreditar que Trump pudo cometer abuso de poder u obstrucción a la Justicia. En las filas demócratas, sin embargo, persiste la división entre quienes creen que ya basta con los testimonios y documentos recabados y quienes quieren atar más y mejor la base del juicio político, con vistas no tanto a convencer al Senado, donde los republicanos son mayoría, como al estadounidense de a pie.

Una de los principales temores demócratas, especialmente teniendo en cuenta la cercanía de las próximas elecciones presidenciales, es que Trump se pueda presentar como víctima de una persecución, un perfil que ya ha comenzado a dibujar a golpe de tuits. El presidente ha dicho sentirse víctima de un "fraude", de una "caza de brujas" que habría comenzado con las investigaciones sobre la injerencia rusa en las pasadas elecciones y que ya suenan a pólvora quemada en el discurso de la oposición.

De los tres 'impeachments' iniciados en la historia de Estados Unidos, solo dos han llegado a su fase final --Richard Nixon dimitió antes-- y en el caso se Bill Clinton, cuestionado por sus mentiras en el 'affaire' con Monica Lewinsky, la presión republicana no solo no terminó por tumbarle sino que apuntaló su nivel de apoyo entre la ciudadanía.

LA BATALLA SIGUE ABIERTA ENTRE SUS RIVALES

Trump, entretanto, sigue a lo suyo. A nivel internacional, las últimas semanas han estado marcadas por el inesperado repliegue de tropas en Siria, que ha dado luz verde a una ofensiva turca, la muerte en una operación de las fuerzas especiales del líder del grupo terrorista Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, y sus constantes amenazas a los países que no accedan a acatar sus criterios en materia arancelaria, migratoria o militar.

Los demócratas, por su parte, intentan no apostar todas sus cartas al proceso de 'impeachment', con un proceso de primarias en el que los distintos candidatos han comenzado a exponer sus grandes líneas de trabajo en el caso de ser elegidos. Biden inició el proceso como favorito y aún se mantiene en lo más alto, aunque su pedestal no parece ya tan inalcanzable.

El senador Bernie Sanders, que en la anterior campaña ya dio la sorpresa complicándole la carrera a Clinton, era 'a priori' la segunda opción, pero se ha ido desinflando y el infarto sufrido recientemente le ha obligado a bajar el ritmo. En cambio, las encuestas perciben una subida de la también senadora Elizabeth Warren, que comparte con Sanders un perfil progresista frente a la moderación de Biden.

García Encina ha afirmado que la batalla entre los candidatos está "igualada", pero reduce las posibilidades a Biden, Warren, Sanders y los otros dos aspirantes con más apoyo en los sondeos, la senadora Kamala Harris y el alcalde de South Bend (Indiana), Pete Buttigieg.

La investigadora ha advertido de que todo depende de cómo les vaya a cada uno de ellos en los primeros compases en las primarias, que arrancarán por estados en los que Warren parece estar ganando fuerza, lo que podría generar un "efecto dominó" en contra de Biden.

En cualquier caso, ve a los demócratas con "posibilidades" de cara a 2020, donde 'a priori' tienen las mejores cartas para volver a imponerse en voto popular. García Encina ha apuntado que deberán plantear una "buena estrategia", por ejemplo intentando inclinar la balanza en estados clave como Michigan, Wisconsin y Pensilvania.

Los sondeos no anticipan por ahora una victoria clara para ninguno de los precandidatos frente a Trump, al que solo le queda ser proclamado de nuevo abanderado del Partido Republicano a los próximos comicios. Las espadas en cualquier caso están ya en alto y la cuenta atrás para el 3 de noviembre de 2020 ha comenzado.

García Encina prevé que el 'impeachment' sea uno de los factores a tener en cuenta, pero ha instado también a prestar a una economía que no necesariamente tiene por qué jugar a favor de Trump --hay "nubes en el horizonte"-- o a una política exterior que, si bien históricamente no ha sido clave a nivel interno, sí podría serlo en esta ocasión si lo que está en juego es "el papel de Estados Unidos en el mundo".