MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
El juez del estado de Wisconsin Bruce Schroeder ha desestimado este lunes el cargo por posesión ilegal de armas de fuego por parte de un menor contra Kyle Rittenhouse, acusado de matar a dos personas cuando tenía 17 años en agosto de 2020 durante los disturbios en Kenosha que se sucedieron a las protestas por la muerte de del ciudadano afroamericano Jacob Blake a manos de un policía.
Esta decisión ha tenido lugar antes de que fiscales y defensa procedan con sus alegatos finales, en un juicio en el que Rittenhouse se está enfrentando a otros cinco cargos, entre ellos el de homicidio intencionado en por la muerte de Anthony Huber, de 26 años, y el de homicidio imprudente por la de Joseph Rosenbaum, de 36.
Rittenhouse también ha sido acusado de intento de homicidio intencionado sobre el único superviviente del tiroteo, Gaige Grosskreutz, un paramédico de Milwaukee que había estado participando en las manifestaciones del movimiento Black Lives Matter' ('Las vidas negras importan') durante aquel verano.
Tras desestimar este cargo de posesión ilegal de armas por parte de un menor, Rittenhouse se ha librado de una posible condena de hasta nueve meses de cárcel. El juez ha mencionado una excepción dentro de la legislación relacionada con la longitud del cañón, la edad del portador y la ley de caza para desestimar la acusación, explica la cadena estadounidense NBC.
Rittenhouse, quien durante la semana pasada rompió a llorar durante su intervención ante el tribunal, ha defendido que disparó contra estas dos personas en defensa propia. Rosenbaum fue "la persona que me atacó primero y amenazó con matarme dos veces", insistió antes de ponerse a gimotear.
El joven justificó que aquella noche del 25 de agosto de 2020 tomó un rifle de asalto semiautomático, con el que se veía "genial", para "proteger la propiedad privada". La otra víctima mortal, Huber, falleció intentando detenerle golpeándole con su monopatín tras haber matado ya Rosenbaum.
El juicio contra Rittenhouse ha puesto el foco de la atención mediática en la ciudad de Kenosha, donde el gobernador de Wisconsin, Tony Evers, ha ordenado desplegar unos 500 efectivos de la Guardia Nacional para dar apoyo a los cuerpos locales de policía ante posibles protestas por el veredicto.
Los disturbios de aquellos días se produjeron por la muerte de Blake, de 29 años, un ciudadano afroamericano que, frente a sus hijos, fue tiroteado por la espalda por la Policía, que había respondido a una llamada de violencia doméstica. El suceso provocó una nueva ola de manifestaciones en todo el país, en un momento en el que las protestas por el asesinato de George Floyd aún no habían remitido.