Actualizado 15/12/2011 21:22

EEUU.- Las ejecuciones bajan de cien por primera vez desde que se reinstauró la pena capital en 1976


WASHINGTON, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Centro de Información sobre la Pena de Muerte ha informado este jueves de que las ejecuciones en Estados Unidos han descendido hasta las 78 en 2011, lo que supone el primer año que baja de las cien desde que se reintrodujo la pena capital en el país en 1976 después de que el Tribunal Supremo levantara la suspensión.

Este descenso representa un 75 por ciento respecto a las ejecuciones realizadas en 1996 cuando se ejecutó a 315 personas.

El estado de California, que cuenta con el mayor número de encarcelados en el corredor de la muerte, ejecutó este año a diez personas, comparadas con las 29 de 2010.

Trece estados llevaron a cabo ejecuciones en 2011 y el 74 por ciento de estas se realizaron en las regiones del sur de Estados Unidos. Solo ocho de todos los estados que aplicaron la pena de muerte llevaron a cabo más de una ejecución.

Texas, que lidera el número de ejecuciones con un total de trece en 2011, ha visto cómo se han reducido en un 46 por ciento desde 2009, cuando se realizaron 24.

El director del Centro de Información sobre la Pena de Muerte, Richard Dieter, destacó el descenso de las ejecuciones, que lo atribuye a que se han producido menos sentencias judiciales que incluyen la pena capital, al descenso del apoyo popular y a la disminución de estados que han decidido aplicarla.

"Allí donde existen preocupaciones sobre posibles injusticias, si se ejecutará a un inocente, el alto precio de la pena de muerte o sentimientos de que el Gobierno simplemente no debe hacerlo, los estadounidenses están rechazando la pena capital", añadió.

En un sondeo realizado en octubre por Gallup, solo el 40 por ciento de la población apoyaba la pena de muerte. El 60 por ciento de los encuestados se mostró a favor de la pena de muerte para las personas acusadas de asesinato, lo que supone un descenso de veinte puntos respecto a 1994.

El Tribunal Supremo prohibió el uso de las ejecuciones en 1972 después de que descubriera que había sido aplicada de forma arbitraria y discriminatoria. En 1976, reinstauró la pena de muerte en graves casos donde el procedimiento judicial estuviese suficientemente garantizado.