Actualizado 11/06/2013 18:34

EEUU.- La empresa de seguridad para la que la trabaja Snowden anuncia su despido por violar su "código ético"


NUEVA YORK, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

La empresa de seguridad Booz Allen ha anunciado este martes el despido de Edward Snowden, el exagente de la CIA detrás de la filtración a la prensa de información sobre operaciones de vigilancia por parte del Gobierno estadounidense, argumentando que éste ha infringido el "código ético y la política de la firma".

"Booz Allen puede confirmar que Edward Snowden, de 29 años, fue empleado de nuestra empresa durante menos de tres meses, asignado a un equipo en Hawai", ha explicado la compañía en un comunicado.

El exagente, que ha recibido una indemnización de 122.000 dólares, fue despedido el "10 de junio de 2013 por violaciones del código ético y la política de la empresa", ha precisado.

Booz Allen, que trabaja casi en exclusiva para el Gobierno estadounidense suministrando tecnología y mano de obra para las agentes de Inteligencia, ha considerado "escandaloso" las noticias publicadas sobre que ha sido Bowden quien ha filtrado la "información clasificada".

"De ser cierto, esta acción representa una grave violación del código de conducta y de los valores centrales de nuestra firma", ha puntualizado la sociedad, que se ha ofrecido a "trabajar estrechamente con nuestros clientes y las autoridades en su investigación sobre este asunto".

El miércoles pasado, el 'Guardian' informó de que una orden judicial requería a la empresa Verizon entregar a la NSA listados de llamadas telefónicas de sus clientes que incluían el número de teléfono del destinatario, la duración, el momento y el lugar desde el que se hizo.

Al día siguiente, el 'Washington Post' y el 'Guardian' informaron de que la NSA había accedido directamente a los servidores de nueve empresas de Internet, entre ellas Facebook, Google, Microsoft y Yahoo, mediante un programa llamado PRISM.

Dicho programa permite a la NSA y el FBI acceder a los correos electrónicos, los chats y otras comunicaciones de forma directa a través de los servidores de estas grandes empresas, que a su vez han negado haber dado acceso al Gobierno. La información obtenida se está empleando a para hacer seguimiento a extranjeros sospechosos de terrorismo o espionaje.