Archivo - December 30, 2020, Raleigh, NC, USA: Dr. Mandy Cohen, secretary of the state Department of Health and Human Services, speaks during a briefing on the coronavirus pandemic at the Emergency Operations Center in Raleigh, North Carolina, on May 26 - Europa Press/Contacto/Ethan Hyman - Archivo
MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
La exsecretaria de Salud estatal de Carolina del Norte Mandy Cohen es la favorita de la Casa Blanca para suceder a finales de mes a Rochelle Walensky al frente de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos, según han indicado múltiples fuentes próximas a la elección al 'Washington Post' y al portal de noticias Politico.
Cohen asumiría la dirección de una de las agencias más castigadas por una oposición republicana que ha criticado en numerosas ocasiones su respuesta a la pandemia de coronavirus por su lentitud en su respuesta inicial y por su falta de claridad a la hora de definir la política de restricciones.
La entonces secretaria de Salud de Carolina del Norte se distinguió por su constante transparencia a la hora de publicar información sobre el impacto de la pandemia en su estado; políticas posteriormente imitadas por otros estados gobernados por el Partido Demócrata.
Aunque las fuentes de ambos medios han precisado que la decisión no es definitiva, el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, ya se habría puesto en contacto con Cohen para comunicarle la decisión del presidente Joe Biden y su misión inicial de incrementar la capacidad de reacción de la agencia a cualquier futura crisis.
El nombramiento de Cohen, quien ya colaborara con la antigua Administración Obama y el entonces vicepresidente Biden, no depende de la confirmación del Senado pero probablemente será sometida a un duro escrutinio en la cámara baja del Congreso, bajo control republicano, y sus comités que investigan la respuesta de las autoridades federales a la pandemia.
Desde su estallido, la COVID-19 ha dejado hasta finales del mes pasado en torno a 1.130.000 fallecidos en Estados Unidos, según el balance de los propios CDC.