Actualizado 01/05/2010 21:19

EEUU.- La gobernadora de Arizona anuncia que habrá enmiendas en la ley de inmigración


NUEVA YORK, 1 May. (EUROPA PRESS) -

La gobernadora del estado de Arizona, Jan Brewer, aseguró este sábado que espera que haya modificaciones en la controvertida ley de inmigración que da potestad a la Policía del estado para detener a los inmigrantes que en estén indocumentados. Las enmiendas estarían referidas a la motivación del arresto, sin que el color sirva como justificación del mismo.

Brewer reconoció que ante las demandas interpuestas contra la ley SB 1070, es probable que se realicen cambios en dicha legislación y confió en que, con ello, eviten la amenaza de "boicot" a Arizona. "Porque estaría afectando a los residentes latinos legales, a quienes amamos, apreciamos y disfrutamos en Arizona", afirmó la gobernadora en una entrevista televisada.

Las enmiendas sobre la ley se realizarían sobre su aspecto más polémico, el de la raza como motivo de detención. En este sentido, Brewer aseguró que la ley debe rectificarse. "No puede ser por color, origen o aspecto físico (...). Es contrario a la ley", señaló, y apuntó directamente a un párrafo del edicto que sería modificado mediante la supresión de un adverbio. Así, si en el texto original sostenía que la Policía "no detendrá únicamente por el aspecto, color, origen,...", en el nuevo, se suprimirá "únicamente". De este modo, la gobernadora sostiene que la Policía no indagará sobre el origen de las personas si éstas no han sido previamente detenidas.

Los detractores de la medida, entre ellos la mayoría de la clase política mexicana y numeroso activistas latinos, la han criticado por considerarla racista, si bien los dirigentes de Arizona consideran que este endurecimiento de la ley es necesario para frenar el incremento de la criminalidad en el estado, que achacan a la presencia de inmigrantes irregulares.

Por otro lado, los estados de California y Texas anunciaron recientemente que estudian la posibilidad de elaborar una ley similar. Al menos 10,8 millones de extranjeros viven y trabajan en situación irregular en Estados Unidos.