CRIPTOMONEDA
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   WASHINGTON, 20 Mar. (Notimérica) 

   El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha elevado el nivel de presión sobre el régimen de su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, al prohibir toda transacción, provisión o financiamiento de estadounidenses con la criptomoneda venezolana Petro, en un nuevo cerco que busca desactivar el último movimiento financiero de Caracas para intentar eludir el golpe de la seguidilla de sanciones impuestas desde Washington.

   Trump firmó este lunes un decreto que le encomienda al Departamento del Tesoro prohibir todas las transacciones de personas o entidades de Estados Unidos o en el país con "cualquier moneda digital" emitida por o en nombre del gobierno de Venezuela.

   Con el Petro, Maduro buscó darle a su gobierno una última línea financiera en medio de la grave crisis económica, social y humanitaria que atraviesa el país, y el azote que representaron para su gobierno y sus funcionarios las sanciones que impuso Trump.

   La sanción del mandatario estadounidense contra el Petro es la última medida para cortar el acceso del chavismo al financiamiento, una estrategia que apunta a imprimir suficiente presión sobre Caracas para forzar un vuelta a la democracia a través de elecciones libres, abiertas y monitoreadas.

   Para el analista político Basem Tajeldine, es compresible la desesperación de EEUU ante el Petro venezolano, debido a que la moneda digital busca enfrentar las agresiones y sanciones económicas del gobierno de Trump contra la nación iberoamericana.

   "Es natural la actitud errada e iracunda de EEUU ante lo que ya parece ser una política exitosa, no solamente de Venezuela, sino que ya varios países están en construcción de su propia criptomoneda (...) Venezuela ya ha dado el ejemplo, un país que claramente ha sufrido bloqueos financieros y comerciales por parte del Gobierno estadounidense", ha expresado Tajeldine según ha informado 'Tele Sur'.

SANCIONES

   Trump ya impuso varias sanciones a mediados del año pasado al gobierno de Maduro al restringir su acceso al capital y a los fondos frescos de Wall Street, en lo que fue visto como una de las escaladas más significativas contra el mandatario venezolano.

   La Casa Blanca, por el momento, ha optado por no ir más allá y mantiene en reserva las sanciones más duras a las exportaciones de petróleo --respaldadas por el presidente argentino, Mauricio Macri--, una medida que, en la visión de muchos en Washington, agravaría la crisis humanitaria que azota a los venezolanos, que ha provocado un éxodo masivo.