MIAMI, 10 Ago. (EP/AP) -
Un jurado halló culpable el miércoles a un hondureño de todos los cargos en su contra por un ataque cometido en el 2003 contra una niña de 11 años que fue violada tras regresar a su casa desde la escuela.
Reynaldo E. Rapalo fue apodado el "violador de Shenandoah" por el área donde en el 2002 y el 2003 ocurrieron la mayor parte de los ataques. Fue acusado de siete agresiones sexuales, pero sólo está siendo juzgado por el ataque en junio de 2003 contra la niña de 11 años.
El sospechoso se enfrenta una sentencia máxima de cadena perpetua por cargos que incluyen robo en propiedad ajena con agresión o lesiones, hostigamiento lascivo a un niño menor de 12 años, secuestro de un niño menor de 13 años, y lesiones causadas por agresión sexual a un niño menor de 13.
Rapalo no ofreció su testimonio en el juicio que comenzó el lunes. Le dijo a la jueza Barbara Araces del Tribunal de Circuito que quería testificar en su propia defensa, pero sus abogados le recomendaron que no lo hiciera.
Por medio de un intérprete, Rapalo explicó el miércoles que quería hablar y aclarar algunas cosas, pero lo consultó con sus abogados y ellos le recomendaron que no declarara desde el estrado, y él estuvo de acuerdo.
Mientras esperaba ser enjuiciado, en diciembre Rapalo se valió de sábanas anudadas entre sí para escapar del Centro Correccional Turner Guilford Knight del Condado de Miami-Dade. Fue sujeto de una intensa búsqueda policial durante la temporada navideña y lo recapturaron el 26 del mismo mes.
Durante las últimas argumentaciones el miércoles, el fiscal Joshua Weintraub recapituló el testimonio de la niña, en el que ella identificó a Rapalo como su agresor. Los fiscales habían dicho antes que la evidencia de ADN y una huella dactilar en una botella de shampoo coincidían con los de Rapalo.