MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Senado de Estados Unidos votará esta misma semana la partida de estímulos de 1,9 billones de dólares propuesta por la Casa Blanca para paliar los devastadores efectos económicos de la pandemia de coronavirus en el país. La iniciativa ha recibido el apoyo de la Cámara de Representantes, pero el Senado podría dificultar o modificar el proyecto.
"El Senado estudiará el Plan de Rescate Americano esta semana. Espero un duro debate y noches largas, pero el pueblo estadounidense nos ha dado un tarbajo: ayudar al país en este momento de dificultades extraordinarias", ha afirmado el portavoz demócrata en el Senado, Charles Schumer, según recoge el diario 'The Hill'.
La Cámara de Representantes aprobó la iniciativa el sábado por 219 votos a favor y 212 en contra, con el matiz de que dos representantes demócratas, Jared Golden, de Maine, y Kurt Schrader, de Oregón, se han unido a los republicanos en contra de la propuesta.
Una vez llegado al Senado, los demócratas anticipan un proceso de negociación con los republicanos para enmendar ciertos aspectos de la propuesta. Una vez terminada, volverán a enviarla a la cámara baja para su ratificación.
La Casa Blanca pretende solucionar los procedimientos antes del 14 de marzo, la fecha en la que expira la última remesa de prestaciones por desempleo entregada a los estadounidenses afectados por la crisis económica.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quiere utilizar este paquete de medidas para estimular la economía y crear millones de nuevos puestos de trabajo. Entre otras cosas, prevé pagos directos a hogares privados, medidas de financiación para las pruebas de coronavirus y para la distribución de vacunas, así como ayuda adicional para los desempleados.
En particular el salario mínimo de 15 dólares por hora que incluye la propuesta ha generado polémica entre los congresistas más liberales, algunos de ellos electos por el Partido Demócrata. Todo ello en un contexto de aritmética parlamentaria muy ajustada, ya que demócratas y republicanos se reparten cada uno 50 escaños del Senado. El desempate depende del voto de la vicepresidenta, Kamala Harris, siempre y cuando ningún demócrata vote en contra.