La Administración demócrata del estado defiende que el proyecto seguirá igualmente adelante
MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno estadounidense de Donald Trump ha dado un plazo de 37 días a los promotores del proyecto de la alta velocidad entre Los Ángeles y San Francisco (California) para justificar el incumplimiento de los compromisos adquiridos con la Administración central para recibir fondos federales.
El departamento de Transportes de Estados Unidos ha amenazado así a la Administración californiana, gobernada por el demócrata Gavin Newsom, con retirar los nuevos 4.000 millones de dólares (3.500 millones de euros) que tiene concedidos en ayudas federales.
"El proyecto ha recibido aproximadamente 6.900 millones de dólares (6.000 millones de euros) en fondos federales en aproximadamente quince años, pero no ha tendido ni una sola vía de alta velocidad", ha dicho el departamento de Transportes.
Asimismo, ha asegurado que la entidad pública encargada del desarrollo de la alta velocidad no ha cumplido con los plazos para contratar el pedido de los trenes que circularán por esta línea.
"Nuestro país merece un ferrocarril de alta velocidad que nos enorgullezca, no trenes despilfarradores que no llevan a ninguna parte", ha argumentado el departamento federal, señalando que el proyecto tiene un déficit de 7.000 millones de dólares (6.132 millones de euros).
No obstante, según la documentación oficial del proyecto, a diciembre de 2024, de los 192 kilómetros de la primera fase de construcción del proyecto, ya se ha completado un 50% y un 30% está en construcción. Además, el 57% de las estructuras están completas.
La misma documentación arroja que un 77% de los fondos del proyecto provienen del estado de California, en torno a 22.500 millones de dólares (19.700 millones de euros), y un 23% del ámbito federal, con 6.900 millones de dólares (6.000 millones de euros).
A estos datos se han aferrado los promotores (Autoridad de Alta Velocidad de California) para defender que la mayor parte de los fondos provienen del propio estado y que su compromiso es seguir adelante con el desarrollo del proyecto.
"La Autoridad está en completo desacuerdo con las conclusiones del organismo federal, que está equivocado y no refleja el significativo avance del proyecto. Los 1.000 millones anuales de fondos del estado durante los próximos 20 años serán suficientes para financiar la primera fase del proyecto", han asegurado en un comunicado dando respuesta al ultimátum, avanzando que contestarán a tiempo.
CONTRASTE CON LA EXPERIENCIA ESPAÑOLA
La administración Trump también paralizó recientemente los fondos del otro gran proyecto de alta velocidad en el país, en ese caso en Texas, donde gobierna el mismo partido republicano de Trump, aunque ese proyecto tienen un carácter privado, al contrario que el de California, aunque también recibe igualmente fondos públicos.
En el de Texas está presente Renfe, y en el de California ganaron contratos otras empresas españolas como Ferrovial, ACS o Typsa, todas ellas con gran experiencia en la construcción de la alta velocidad.
De hecho, las dificultades de Estados Unidos por crear su primera línea de alta velocidad contrastan con el progreso en España hecho en este ámbito, a partir del consenso de los dos grandes partidos políticos durante los últimos 35 años.
La alta velocidad española, que suma más de 4.000 kilómetros, es la más extensa del mundo, solo por detrás de China, y su construcción ha sido hasta 9 veces más barata que, por ejemplo, la escasa red inglesa de 134 kilómetros.