Publicado 22/12/2021 23:14

EEUU/UE.- Borrell y Blinken advierten a Rusia de las "importantes consecuencias" de una "agresión militar" a Ucrania

Archivo - HANDOUT - 22 August 2021, Russia, Moscow: Russian President Vladimir Putin arrives for a meeting of the United Russia party at the Victory Museum. Photo: -/Kremlin/dpa - ATTENTION: editorial use only and only if the credit mentioned above is r
Archivo - HANDOUT - 22 August 2021, Russia, Moscow: Russian President Vladimir Putin arrives for a meeting of the United Russia party at the Victory Museum. Photo: -/Kremlin/dpa - ATTENTION: editorial use only and only if the credit mentioned above is r - -/Kremlin/dpa - Archivo

MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, han mantenido este miércoles un encuentro telefónico en el que han coincidido en las "importantes consecuencias" que tendría para Rusia una "nueva agresión militar" contra Ucrania.

La Unión Europea y Estados Unidos "han reafirmado su apoyo a la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania", a la vez que han remarcado la necesidad de que Rusia reduzca "la escalada" de tensiones e implante "de manera efectiva" su parte de los Acuerdos de Minsk.

"Cualquier nueva agresión militar contra Ucrania tendrá masiva consecuencias y un costo severo", han alertado los servicios de Asuntos Exteriores de la Unión Europea a través de un comunicado en el que también se ha subrayado la importancia de agotar todos los canales diplomáticos para solucionar este "desafío".

Asimismo, ambos, según recoge el comunicado del Departamento de Estado, también han dialogado sobre el "impacto" que "la presión política y la coerción económica" de China sobre Lituania tiene para las empresas europeas y estadounidenses, después de que Vilna abriera una oficina de representación diplomática en Taiwán.

El 2 de diciembre, Vilna acusó a Pekín de retirar a Lituania de sus sistemas aduaneros, en reprimenda por la sucursal que el país báltico abrió en Taiwán, y por lo cual el gigante asiático también le rebajó su estatus diplomática a oficina de comercio.