Actualizado 18/01/2017 12:27

El Ejecutivo de Duarte también compró 70.000 pruebas falsas de VIH Sida

Duarte
REUTERS

   CIUDAD DE MÉXICO, 18 Ene. (Notimérica) -

   El exsecretario de Salud de Veracruz (México) Antonio Nemi Dib ha revelado que durante el mandato del exgobernador Javier Duarte se compraron hasta 70.000 pruebas falsas de VIH-Sida, las cuales siempre daban un resultado negativo en los pacientes.

   La noticia se ha dado a conocer unos días después de que el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, confirmara que durante el Gobierno de Duarte, la Secretaría de Salud aplicaba "quimioterapias falsas" a niños enfermos de cáncer.

   El ejecutivo del exgobernador se gastó nueve millones de pesos --más de 400.000 dólares-- en la adquisición de estas pruebas falsas. Su aplicación fue suspendida cuando se supo que los falsos positivos y negativos que estaban suministrando a personas enfermas tenían malos resultados en sus pacientes.

   La representante del Grupo Multisectorial VIH-Sida, Patricia Ponce Jiménez, ha informado de que estas irregularidades fueron denunciadas ante la Procuraduría General de la República (PGR) por Nemi Dib, que culpa de las negligencias en el sistema de salud al exadministrador de la Secretaría de Salud veracruzana Ricardo Sandoval. "Lo denuncié decenas de veces. No es nada nuevo. Está documentado", dijo Nemi en su cuenta de la red social Twitter.

   Además, la denuncia fue notificada a la Contraloría General del Estado en la cual señalan que funcionarios de la Secretaría de Salud adquirieron dicho lote de pruebas falsas en una licitación pública a la empresa Comercio y Servicios Administrativos del Golfo.

   Tras corroborar la verificación del lote de los medicamentos adulterados, se confirmó que esta empresa había sido la responsable en proporcionar las medicinas a Salud.

   Asimismo, esta investigación también está detrás de lo ocurrido con la desaparición de jarabes, tabletas, píldoras, sustancias antibióticas, y otros medicamentos que supuestamente estaban caducados y que a finales del pasado mes de julio fueron extraídos lentamente de bodegas y trasladados a zonas poco pobladas para incinerarlos.