Actualizado 29/06/2009 23:16

ESCENARIOS-Conflicto agropecuario argentino tras elecciones

Por Helen Popper

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, sufrió un duro revés en las elecciones legislativas del domingo, lo que podría alentar las esperanzas de los productores agropecuarios de que se produzcan recortes en impuestos y un retroceso de la intervención oficial en los mercados.

Durante el 2008, reiteradas e intensas protestas del sector agropecuario socavaron los índices de popularidad de Fernández y provocaron fuertes caídas en las plazas financieras locales. Sin embargo, en los meses previos a la elección, los ruralistas se concentraron en ganar influencia en el Congreso.

Los siguientes son algunos posibles escenarios de cómo podría evolucionar el conflicto entre el Gobierno y el sector rural tras la elección, en la que cerca más de 10 líderes agropecuarios alcanzaron un asiento en las cámaras legislativas:

PRODUCTORES IMPULSAN LEYES EN EL CONGRESO

La elección como legisladores de varios reconocidos dirigentes agropecuarios le dará a ese sector una voz propia en el Congreso, permitiéndoles presentar proyectos de ley y debatir sobre cuestiones políticas clave como los impuestos a la exportación.

Sin embargo, si sus propuestas han de ser escuchadas, los productores rurales deberán formar alianzas con legisladores opositores, que apoyan sus demandas de recortes en las tasas a la exportación y nuevas medidas para aumentar la producción de carne y lácteos.

El partido oficialista perdió su mayoría en las cámaras alta y baja del Congreso, lo que facilitará a los representantes rurales encontrar apoyo para sus iniciativas, aunque esto no garantice un efectivo cambio en las políticas del país.

Analistas políticos dicen que Fernández podría mantener el control del Senado si forma un pacto con algún senador opositor, lo que le permitiría bloquear propuestas adversas. A su vez, la presidenta también podría continuar su política agropecuaria a través de la promulgación de decretos.

La oposición podría alentar a sus legisladores a retomar un proyecto de ley para reducir impuestos a la exportación de granos que fue bloqueado por los aliados del Gobierno en la primera mitad del año.

GOBIERNO BUSCA REFLOTAR DIALOGO CON AGRO

La lacerante derrota oficial podría persuadir a Fernández a adoptar una línea más moderada y resucitar dilatadas reuniones con representantes rurales, aunque la mandataria descartó en reiteradas oportunidades la posibilidad de reducir las polémicas tasas a la exportación de granos.

Los impuestos a las exportaciones han sido una fuente de ingresos clave para Fernández, pero muchos analistas creen que la mandataria reducirá el nivel de gastos públicos tras los comicios, lo que permitiría un margen para, en un gesto, recortar levemente las tasas a las ventas de trigo y de maíz.

Los productores podrían argumentar que una continua alza en los precios internacionales de la soja aumentó la urgencia de recortes impositivos al maíz y al trigo -que compiten con la oleaginosa por la tierra- o una reducción en las tasas a la exportación de carne.

La inflación en Argentina ha caído junto a la desaceleración de la economía, aunque estimaciones privadas aún la ubican en un 15 por ciento anual, lo que podría allanar el camino a una reducción en las políticas anti-inflacionarias que provocaron la irritación del sector rural.

GOBIERNO AUMENTA INTERVENCION EN MERCADO

Las decisiones de Fernández a menudo son impredecibles y algunos analistas económicos creen que la fuerte derrota del domingo no desviará al Gobierno de su heterodoxia económica.

Estos analistas estiman que la presidenta podría reforzar el rol del Estado en la economía en lo que queda del camino a las elecciones presidenciales del 2011.

A su vez, líderes agropecuarios temen una mayor injerencia del Gobierno en el comercio de granos a través de la creación de una junta estatal.

A medida que la tercera economía de Latinoamérica aminora su marcha, Fernández podría intentar incrementar la recaudación pública, aunque probablemente no tomaría la polémica decisión de subir los impuestos a la venta de soja.

Cualquier intento del Gobierno de endurecer sus políticas sobre el mercado de granos podría provocar nuevas protestas rurales, y los grupos más duros del sector podrían impacientarse si no ven cambios en la política oficial.

El enojo de los productores sería alimentado por bajas en los precios internacionales de los granos y una continuación de la sequía que ya provocó importantes disminuciones en la campaña 2008/09 y consumió los campos usados para pastoreo vacuno.

(Por Helen Popper; Traducido en español por Maximilian Heath. Editado en español por Magdalena Morales)