BRATISLAVA, 31 Ago. (DPA/EP) -
El jefe de la Policía de Eslovaquia ha anunciado este martes su dimisión tras ser acusado de abuso de poder por la Fiscalía del país, tras presuntamente frustrar las detenciones de dos presuntos miembros de una red criminal.
Los fiscales que dirigen su acusación han iniciado un proceso judicial contra él, ya que poco antes de que se produjeran las detenciones, Kovarik intervino y puso fin a la operación planeada, alegando que debía comprobar la legalidad de las acciones de sus subordinados.
No obstante, finalmente Kovarik cambió de opinión y permitió que la operación siguiera adelante, aunque para entonces los sospechosos ya habían escapado. Un director de operaciones de la Policía y el fiscal han asegurado que Kovarik intervino intencionadamente para impedir las detenciones.
Los medios de comunicación eslovacos llevan meses informando sobre las luchas de poder en el seno de la dirección de la Policía, así como entre los principales fiscales.
Por otro lado, también se está investigando la supuesta presión sistemáticamente que se habría ejercido sobre delincuentes ya condenados para que hicieran declaraciones falsas con el fin de incriminar a otros sospechosos.
Las investigaciones que se iniciaron tras el asesinato del periodista Jan Kuciak en febrero de 2018 han destapado una corrupción generalizada tanto en la Policía como en el poder judicial de Eslovaquia.
Bajo la presión de las manifestaciones masivas, se ha llevado a cabo desde entonces una purga, en el transcurso de la cual casi toda la antigua cúpula policial y numerosos fiscales y jueces se han enfrentado a acusaciones penales.
Entretanto, también han estallado conflictos en el seno de la nueva cúpula de las fuerzas del orden, entre las que se encontraba Kovarik.