Publicado 12/11/2019 13:33

España lidera un proyecto europeo para desarrollar un sistema de ataque electrónico

UE.- España lidera uno de los 13 nuevos proyectos en defensa en la UE para desar
UE.- España lidera uno de los 13 nuevos proyectos en defensa en la UE para desar - MINISTERIO DE DEFENSA - Archivo

España se suma a otros seis proyectos aprobados este martes en el marco de la PESCO

BRUSELAS, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los ministros de Defensa de la Unión Europea han aprobado este martes trece nuevos proyectos que se impulsarán en el marco de la Cooperación Estructurada Permanente en Defensa (PESCO), incluido uno que liderará España para desarrollar un sistema de ataque electrónico para aeronaves.

El objetivo del proyecto liderado por España, denominado Ataque Electrónico Aéreo y al que también se han sumado Francia y Suecia, es desarrollar un sistema que permita adaptarse a las diferentes misiones de guerra electrónica necesarias, desde la supresión de las defensas aéreas enemigas, a misiones de escolta y de protección de aeronaves en misiones de ataque o misiones de ataque electrónico no tradicionales.

El proyecto se centrará en el diseño, desarrollo y pruebas de capacidades de bloqueo múltiple de las señales radioeléctricas con tecnologías pioneras y la idea es poder integrar el sistema de ataque electrónico en distintos tipos de aeronaves o un pod, garantizando su compatibilidad para incorporarlo en diferentes modelos de aeronaves, tanto tripuladas como para drones.

Se trata del segundo proyecto de los 47 aprobados hasta la fecha en tres tandas en el marco de la PESCO que lidera España, junto con el que busca mejorar la capacidad de mando y control en las operaciones y misiones de Política de Defensa y Seguridad de la UE, en el que también participarán Alemania, Italia y Portugal, aprobado en la primera oleada.

España también participará en otros seis de los trece nuevos proyectos aprobados este martes, incluido uno que lidera Portugal para desarrollar un sistema marítimo no tripulado para la guerra antisubmarina (MUSAS, por sus siglas en inglés).

El objetivo es desarrollar un sistema de comunicación, mando y control avanzado para la guerra antisubmarina. Este proyecto, al que se sumarán también Francia y Suecia, contribuirá a responder a las tácticas de denegación del espacio por parte de adversarios y la intrusión o amenazas a las líneas de comunicación y mejorar a su vez la protección de infraestructuras submarinas y sistemas de energía en el mar.

Otro de los proyectos al que se suma España es el proyecto coordinado por Francia, bautizado 'Twister', para reforzar las capacidades de alerta temprana e intercepción de amenazas en el espacio, con el objetivo de que los europeos tengan capacidad propia de contribuir al sistema de defensa antimisil de la OTAN, al que también se suman Finlandia, Italia y Países Bajos, así como al que lidera Francia para desarrollar las capacidades de guerra colaborativa a partir de diferentes plataformas, actuales y futuras, junto con Bélgica, Hungría, Rumanía y Suecia.

También participará España en el proyecto liderado por Portugal para crear una academia en ciberseguridad y defensa, promoviendo los conocimientos e innovación necesarios en este ámbito y podría asimismo ayudar a coordinar ejercicios y la cooperación entre la UE y la OTAN y a otro coordinado por Alemania cuyo objetivo es desarrollar un centro de coordinación en el ámbito cibernético y de la información multinacional, en el que también participarán República Checa, Hungría y Países Bajos. Cada país decidirá, caso por caso, si contribuye con efectivos o con información para responder a una amenaza, incidente u operación.

España, junto con Rumanía, se sumará a otro proyecto coordinado por Francia, para desarrollar la base tecnológica industrial europea en materiales y componentes tecnológicos que contribuyan a la seguridad de suministro.

También se aprobarán un proyecto de Italia y Francia para diseñar y desarrollar el prototipo de la nueva corbeta de patrulla europea, Polonia y Hungría pondrán en marcha un centro de entrenamiento médico en apoyo a las fuerzas especiales, mientras que Rumanía, Francia e Italia colaborarán en un proyecto para estandarizar el entrenamiento para responder a incidentes químicos, biológicos, radiológicos y nucleares (CBRND).

A su vez Rumanía, Bulgaria y Francia promoverán una red de centros de buceo en apoyo a operaciones y misiones de la UE, Hungría, Francia, Alemania, Polonia y Eslovenia quieren poner en marcha un centro de entrenamiento táctico y de simulación, que funcionaría de forma descentralizada con varios centros en Europa e Italia, Francia y Rumanía quieren cooperar en una arquitectura para facilitar la inserción de los drones en el espacio único europeo.

Los gobiernos presentaron 15 proyectos en total, pero uno fue retirado y otro fue rechazado. Inicialmente, la Agencia Europea de Defensa sólo recomendó aprobar tres de los proyectos por su utilidad para contribuir a capacidades criticas deficitarias, pero aceptó otros tres después de recibir más información de los Gobiernos, mientras que las autoridades militares europeas respaldaron siete por su valor en términos operativos.

REVISIÓN DE LA PESCO: REDUCIR LA LISTA DE PROYECTOS

Varias fuentes europeas y diplomáticas reconocen la necesidad de reducir la lista de proyectos --ya hay 47 sobre la mesa, en 24 de los cuáles participa España-- en el futuro y centrarse en los más viables y con verdadero valor añadido, algo que deberán abordarse en el marco de la revisión estratégica de la PESCO que se llevará a cabo el año que viene. Entre otros, se abordarán la posibilidad de cerrar proyectos que se ven que no son viables o no avanzan o promover la fusión de varios de ellos.

España y otros 24 países --todos salvo Reino Unido, Dinamarca y Malta-- lanzaron en diciembre de 2017 la PESCO, un instrumento previsto en el Tratado de Lisboa, pero nunca utilizado hasta ahora, para avanzar más rápido en su integración en defensa, para desarrollar capacidades militares o participar en operaciones. A cambio asumieron una veintena de compromisos vinculantes, incluido aumentar el gasto en defensa, participar en más proyectos de desarrollo de capacidades conjuntos y aportar fuerzas para operaciones de la UE, que se revisan cada año y deberán cumplirse plenamente para 2025.