Actualizado 01/08/2009 00:47

España repudia último atentado mortal de ETA

MADRID (Reuters/EP) - Numerosas concentraciones de silencio en España sirvieron el viernes para condenar el último atentado atribuido por el Gobierno a la banda separatista vasca ETA, en Mallorca, donde se celebró el funeral en recuerdo por los dos guardias civiles asesinados el día previo.

"Todos juntos contra el terrorismo". Con ese lema, miles de personas salieron a las calles de Palmanova, escenario del atentado, para mostrar su rechazo a la violencia de la banda y su solidaridad con las familias de los dos jóvenes.

"Todos juntos somos muchísimo más fuertes", dijo Eduardo Salvá, hermano de una de las dos víctimas, durante el emotivo acto celebrado delante del cuartel del municipio de Calviá.

Fue una de las últimas concentraciones de un día intenso, en el que hubo numerosas muestras de rechazo al atentado y se celebró el funeral por las víctimas presidido por los Príncipes de Asturias.

Desde el Congreso de los Diputados y el Parlamento catalán hasta numerosos ayuntamientos como el de Palma de Mallorca, o los de Burgos y Pamplona -ciudades natales de los agentes asesinados- guardaron cinco minutos de silencio para condenar la muerte de Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada, de 27 y 29 años, respectivamente.

Los dos agentes fallecieron al explotar el todoterreno en el que se transportaban en Palmanova, un sitio turísticos de Mallorca, al día siguiente de que ETA intentara una masacre fallida cerca de un cuartel de la Guardia Civil en la ciudad de Burgos.

Ambas acciones coinciden con el 50 aniversario de la fundación de la banda armada ETA.

"Junto a la más firme repulsa y condena, queremos hacer llegar de corazón nuestro más profundo pésame a sus familiares, amigos y compañeros, así como toda nuestra solidaridad a los afectados", dijo el rey Juan Carlos desde Madeira, donde se encuentra de viaje oficial.

A ACABAR CON EL TERRORISMO

En Mallorca, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, acudieron juntos a la capilla ardiente en el Palacio de la Almudaina, cercano a la catedral de Palma, donde poco después se celebró un funeral presidido por los príncipes de Asturias.

A las puertas del templo, los presentes abuchearon a los políticos y lanzaron vivas a la Guardia Civil, a cuyos dos agentes asesinados Zapatero impuso a título póstumo la Cruz de Oro al Mérito.

"Nos han causado un gran sufrimiento personal a todos los ciudadanos de bien, pero no han conseguido ni tan siquiera rozar nuestra firmeza, ni tan siquiera arañar nuestra determinación de acabar de una vez por todas con el terrorismo", dijo la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, tras el Consejo de Ministros.

Las autoridades aún no han aportado detalles de la investigación, pero el viernes el Ministerio del Interior emitió un comunicado con las fotografías de seis jóvenes para cuya localización pide la ayuda ciudadana.

Mientras, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado buscan a dos sospechosos de participar en el atentado del jueves y que podrían ocultarse en un piso franco en Mallorca, según la delegación del Gobierno.

"Las fuerzas de seguridad del Estado ya les siguen los pasos (...) lo saben ya, tienen los días contados", añadió De la Vega.

La delegación del Gobierno baraja la hipótesis de que se trate de un comando itinerante desplazado expresamente a la isla, que ayer quedó incomunicada durante las horas que duró la "operación Jaula" para intentar localizar a los autores del atentado, el primero mortal desde que en junio ETA acabó con la vida del inspector de policía Eduardo Puelles en Bilbao.

(Información de Inmaculada Sanz; Edición de Redacción de Madrid)