Publicado 10/02/2020 16:50

España.-La secretaria judicial del 20-S: "No creo que los Mossos pudieran hacer gran cosa" frente a 40.000 manifestantes

El mayor de los Mossos dEsquadra, Josep Lluís Trapero y su abogada, Olga Tubau, durante la jornada del juicio a la cúpula de los Mossos d'Esquadra por los hechos ocurridos el 1-O, en la que declara la secretaria judicial que salió por la azotea el 20 d
El mayor de los Mossos dEsquadra, Josep Lluís Trapero y su abogada, Olga Tubau, durante la jornada del juicio a la cúpula de los Mossos d'Esquadra por los hechos ocurridos el 1-O, en la que declara la secretaria judicial que salió por la azotea el 20 d - Óscar Cañas - Europa Press

El teniente encargado de la seguridad del registro en la Consejería dice que la intendente Laplana "asentía" a lo que decía Jordi Snchez

MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

La letrada de la administración de justicia del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona que participó en el registro de la Consejería de Economía de la Generalitat el 20 de septiembre de 2017 ha afirmado este lunes en el juicio de la Audiencia Nacional contra la cúpula de los Mossos d'Esquadra durante el proceso que no cree que los agentes de la policía autonómica "pudieran hacer gran cosa con la que había en el exterior", donde se concentraron 40.000 personas.

No ha sido la única vez que la secretaria judicial ha apuntado que la actuación de los Mossos podría ser difícil ese día ante la aglomeración de tantas personas, pues en el momento que estaba relatando las alternativas para salir de la Consejería ha llegado a aseverar que "ni 100 o 200 efectivos de Brimo --Brigada Móvil de los Mossos--" podían hacer frente a los miles de manifestantes que "estaban esperando nuestra salida".

La secretaria judicial ha comparecido en esta vista oral como testigo a través de videoconferencia y sin que se emita su imagen por señal institucional para preservar su intimidad. Ha comenzado explicando que presenció el registro ordenado por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, en el marco de la investigación sobre los preparativos del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, porque "previsiblemente" era la diligencia "más complicada y larga" de las 40 operaciones previstas esa jornada.

Al igual que dijo en el juicio por el 'procés' independentista en el Tribunal Supremo, ha destacado que durante todo el día escuchó un "murmullo continuo y voces a través de megafonía" y que la "cosa" no mejoraba con el paso de las horas, sino que iba "a peor" porque los manifestantes gritaban arengas "cada vez más subidas de tono", como "no saldrán", "la noche va a ser larga" o "votaremos".

En relación a los acusados en la Audiencia Nacional, ha asegurado que en ningún momento habló con el mayor de los Mossos José Luis Trapero, ni con la intendente Teresa Laplana. Sobre esta última, que estuvo presente en la Consejería, ha señalado que era el teniente de la Guardia Civil encargado de la seguridad de la comitiva judicial quien se comunicaba con ella para trasladar cualquier petición.

Preguntado por el fiscal Pedro Rubira si vio a los Mossos d'Esquadra en la concentración, la testigo ha dicho que "no veía más que cabezas" y que era difícil "distinguir ropa", pero si había agentes de la policía autonómica "tampoco creo que pudieran hacer gran cosa con lo que había en el exterior". Ha añadido que desde la azotea a la que subió en busca de un agente de la Guardia Civil para que firmara el acta de registro tampoco vio a la policía autonómica, aunque ha precisado que no tenía una visión de toda la calle.

"HACER DE TRIPAS CORAZÓN" POR LA SITUACIÓN

Desde arriba aprovechó para fotografiar la concentración y fue en ese momento cuando comprendió que no podría salir del edificio por la puerta, sino que la única posibilidad era "por el aire", ha apostillado. "La gente estaba completamente apretada contra el cristal. Ahí fue cuando empecé a tener miedo", ha subrayado la letrada de la administración de Justicia, que ha indicado que durante el registro hizo "de tripas corazón" porque sabía que las era una situación difícil ya que el día anterior, en el registro de Unipost --donde se incautaron miles de papeletas-- ya hubo complicaciones.

Así, al igual que hizo en el Tribunal Supremo, ha relatado las dos opciones que le ofrecieron para abandonar la Consejería de Economía: a través de un pasillo de voluntarios y mediante un cordón de mossos, Ambas posibilidades fueron rechazadas por ella misma porque no quería dejar el edificio sin el resto de compañeros de la comitiva judicial y por seguridad.

Ha asegurado que aunque "calibró" que la segunda alternativa "podía ser un poco más seguro", creyó que "ni 100 ni 200 efectivos de Brimos podían contra 40.000 personas que estaban allí esperándonos a la salida" y que luego se alegró de no haber elegido esa opción porque supo que los manifestantes rompieron el cordón y le "habría pillado en medio".

Así, tras ver que no existía ninguna posibilidad de salir, ni siquiera por helicóptero, y que la Guardia Civil le comunicara que tenían ordenes de no abandonar la Consejería sin las cajas y los vehículos, fue cuando llamó al fallecido juez Juan Antonio Ramírez Sunyer, que había ordenado el registro, que le sacara de allí porque "no aguantaba más".

LA SALIDA POR LA "TERRAZA"

Fue por ello cuando ocho agentes de los mossos de paisano la acompañaron, por orden del mayor Trapero --del que supo después que el juez se había puesto en contacto con él--, para salir por una "terraza" que se encontraba en la segunda planta de la Consejería y que comunicaba con las azoteas de los edificios contiguos, como el teatro Coliseum por el que salió.

La secretaria judicial a vuelto a narrar que todo el rato fue "pegada a la pared" para evitar que desde otros edificios la vieran, que un agente de los mossos puso "su rodilla" para ayudarla a saltar el muro y que se tuvo que descolgar para pasar al otro lado, aunque no recuerda si utilizó unas "escalerillas" que había o no. "No me pareció el sitio más adecuado", ha agregado, a la vez que ha bromeado con que el atletismo no es su "fuerte".

El fiscal también ha querido saber si dentro de la Consejería hubo algún incidente con algún trabajador, a lo que ha contestado que "nada más empezar" el registro una funcionaria les hizo una foto con el móvil, por lo que la Guardia Civil tuvo que conminarle varias veces a borrarla. También ha recordado que se ordenó buscar una senyera "tan extensa" que pudiera colgarse en todo el balcón de la fachada del edificio con motivo del registro, pero que la comisión judicial no le dio "mayor importancia" al asunto.

En la sesión de este lunes también ha declarado el teniente de la Guardia Civil encargado de la seguridad de la comitiva judicial, quien ha destacado que la única respuesta que recibía de la intendente Laplana sobre las peticiones que realizaron, como hacer un perímetro de seguridad o proteger los vehículos del Instituto Armado aparcados, fue: "lo comunico".

EL "MATERIAL" DE LOS COCHES DE LA GUARDIA CIVIL

Sobre los coches ha afirmado que en un primer momento no concretó que había armas largas en su interior porque pensaba que los Mossos eran conscientes de que se incluyen dentro del "material" porque el equipo de seguridad de la Guardia Civil que estaba allí, los GRS, son un cuerpo de antidisturbios y, sobre todo, porque se estaba en el nivel 4 de alerta antiterrorista

También ha dicho que a primera hora de la mañana tuvo alguna discrepancia con la intendente sobre la valoración de la situación porque ésta no consideraba que hubiera un problema de orden público ante la Consejería, mientras que él opinaba que sí porque ya "se había cortado una calle".

Asimismo, ha recalcado que en la conversación sobre cómo posibilitar el acceso de los detenidos a la Consejería, la intendente o no decía nada o "asentía" a lo que decía el ex líder de la Assamblea Nacional Catalana Jordi Snchez --condenado por sedición-- sobre formar un cordón de voluntarios. El teniente de la Guardia Civil se negó por falta de garantías en la seguridad de los arrestados, ha apuntado.

Preguntado sobre si los agentes de orden público de los Mossos podrían haber intervenido en la concentración, el teniente de la Guardia Civil ha dicho que, aunque eso lo tenía que valorar el operativo, se podría haber hecho porque no cree que hubiera ocurrido nada si se actuaba "correctamente" en un momento en el que la gente "lo único que hacía era gritar".