Actualizado 02/10/2017 08:28

La esperanza de vida en Iberoamérica se sitúa en los 75 años

Esperanza de vida
NOTIMÉRICA

La baja tasa de fecundidad lleva a Iberoamérica a entrar en la fase demográfica de "población sin reemplazo" y progresivo envejecimiento

   MADRID, 1 Oct. (Notimérica) -

   El crecimiento que han experimentado los países iberoamericanos no ha beneficiado de manera uniforme a los diferentes actores sociales, lo que ha llevado a niveles bajos de calidad de vida en los hogares y de disponibilidad limitada de servicios, incluidos la salud y la educación, para millones de personas.

   En Iberoamérica, la esperanza de vida es de 75 años, casi cinco años más que el promedio mundial, pero en la región más desigual del mundo las personas siguen falleciendo por enfermedades prevenibles, así lo revela el informe 'Salud en las Américas 2017', elaborado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

   La publicación insignia quinquenal de la OPS, presentada el pasado viernes 22 de septiembre durante la vigésimo novena Conferencia Sanitaria Panamericana de la Salud en Washington, Estados Unidos, analiza las tendencias, retos y condiciones de salud en la región.

   El informe destaca que en Iberoamérica cuatro de cada cinco muertes que se registran están relacionadas a enfermedades cardiovasculares, respiratorias crónicas, cáncer y diabetes, las cuales constituyen los principales desafíos para los sistemas de salud en la región. De hecho, en 2012, 1,3 millones de personas murieron de cáncer, el 45 por ciento de ellos en forma prematura, es decir, antes de los 70 años.

   

   Otros retos de la región son las lesiones por accidentes de tránsito, que causaron el 12 por ciento de las muertes en 2013, así como también las altas tasas de homicidios, que colocan a 18 países de la región entre los 20 con mayores índices en todo el mundo.

   El informe proyecta un incremento en las enfermedades emergentes vinculadas al ambiente, a los cambios en el estilo de vida, desplazamientos y a desastres asociados a huracanes y sismos, durante las próximas décadas.

PRINCIPALES HALLAZGOS

   Además del aumento en la esperanza de vida, el reporte señala que la mitad de los países de la región presenta tasas de fecundidad inferiores a 2,1 hijos por mujer, lo que significa que ha comenzado la fase demográfica de "población sin reemplazo", así como un proceso progresivo de envejecimiento.

   Aunque las tasas de fecundidad han disminuido, la fecundidad en las adolescentes (de 15 a 19 años de edad) aumentó. Las madres adolescentes registran 20 por ciento de los 15 millones de nacimientos por año en Iberoamérica. La tasa de embarazos en adolescentes iberoamericanas fue la segunda más alta del mundo en el período 2010-2015 (66,5 nacidos vivos por 1.000 mujeres de 15 a 19 años).

   Asimismo, hasta 2015 en Iberoamérica habitaba el 26 por ciento de la población infantil (de 0 a 14 años) de todo el mundo, al igual que el 17 por ciento de la población adolescente (de 15 a 24 años) y el 14,6 por ciento de las personas mayores de 60 años de edad.

   Otros hallazgos en la región han sido la reducción en la mortalidad infantil (24 por ciento menos entre 2002 y 2013), así como la disminución de los casos de malaria (62 por ciento menos entre 2000 y 2015), lepra (10,1 por ciento menos entre 2010 y 2014), y de las muertes por sida (67 por ciento entre 2005 y 2015).

   

ACCESO A LOS SERVICIOS SANITARIOS

   De acuerdo al estudio, en la mayoría de países iberoamericanos la inversión y el desarrollo de los servicios de salud se han centrado en gran medida en los hospitales y en la tecnología altamente especializada y costosa. Esto se ha traducido en niveles de cobertura eficientes, entre 2014 y 2015, en Chile con el 98 por ciento, Colombia (95 por ciento), México (80 por ciento) y Perú (73 por ciento).

   Respecto al gasto total destinado a la salud en Iberoamérica, en 2014, Cuba, Costa Rica y Uruguay asignaron el 6 por ciento o más de su PIB al gasto público para la sanidad. Sin embargo, el país que menos invierte en este campo es Venezuela, con menos del 2 por ciento de su PIB.

   Con una inversión entre el 2 y el 4 por ciento del PIB están Guatemala, Argentina, República Dominicana, México, Perú, Brasil y Chile. Mientras que Honduras, El Salvador, Paraguay, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Colombia y Panamá invierten entre un 4 y un 6 por ciento.

TAREAS PENDIENTES

   El informe señala que las variaciones en materia de salud reflejan las enormes desigualdades entre los países de la región respecto a la riqueza, educación, ubicación geográfica, género, etnia y edad. Por ejemplo, en 2013, los países iberoamericanos con un nivel de ingresos más bajos registraron una tasa de mortalidad de menores de 1 año, 4,5 veces mayor que los países con un nivel de ingresos más altos.

   Esta situación es más crítica si se toma en cuenta que en la región, los países con el mayor nivel de población rural siguen haciendo frente a una cobertura inadecuada de la atención prenatal en comparación con los quintiles más urbanizados.

   Y es menos favorecedor para las mujeres indígenas, quienes tienen pocas probabilidades de atención prenatal. La esperanza de vida entre los habitantes indígenas tiende a ser de 7 a 8 años menor que entre las poblaciones no indígenas.

   

   Frente a los desafíos pendientes en Iberoamérica, la PAO plantea que la Agenda de Salud 2018-2030 es la respuesta para fortalecer el acceso universal a la salud y la cobertura de la misma. Así, uno de sus principales objetivos es trabajar de manera continua con las autoridades sanitarias para lograr avances contra las enfermedades no transmisibles, que representan la principal amenaza a la salud el bienestar y el desarrollo de los países iberoamericanos.