Publicado 17/10/2015 00:50

El estado de Oklahoma detiene las ejecuciones hasta al menos 2016

NUEVA YORK, 17 Oct. (Reuters/EP) -

El estado estadounidense de Oklahoma ha llegado este viernes a un acuerdo con tres presos condenados a muerte para dejar en suspenso la aplicación de sus condenas hasta bien entrado el año 2016 o incluso más, con el objetivo de investigar y aclarar algunas dudas respecto a las sustancias y el protocolo aplicado para la inyección letal.

los beneficiarios directos de esta decisión son los presos John Grant, Benjamin Cole y Richard Glossip. En base al acuerdo, las autoridades de Oklahoma deben proporcionar a los abogados de los tres condenados a muerte información sobre sus investigaciones, así como datos de otros estudios a nivel local y federal.

Una vez que se establezcan los cambios definitivos en lo protocolos para llevar a cabo las ejecuciones deberán pasar un mínimo de 150 días para poder establecer unas nuevas fechas para las ejecuciones. Por lo tanto, las condenas a muerte no se aplicarían hasta --como pronto-- bien entrado 2016.

Este anuncio llega poco después de que la gobernadora del estado de Oklahoma, Mary Fallin, ordenase suspender durante 37 días la ejecución de Glossip --condenado por ordenar el asesinato del propietario de un motel en 1997--, que estaba prevista para el pasado 2 de octubre y que finalmente queda en suspenso.

Glossip, que fue condenado en 2004, era el primer preso en el corredor de la muerte que iba a ser ejecutado con un controvertido sedante, después de que el Tribunal Supremo diera luz verde a su uso el pasado verano.

En un comunicado, la gobernadora explicó que "en el último minuto surgieron dudas respecto al protocolo y las sustancias químicas usadas en la inyección letal". Por ello, tras consultarlo con el fiscal general y el Departamento de Prisiones, decidió aplazar la ejecución para abordar dichas dudas y garantizar que se cumplan todos los protocolos.

Un tercio del cóctel de fármacos empleado en la inyección letal es midazolam, un potente sedante empleado para la anestesia. Esta sustancia generó la polémica a raíz del caso de Clayton Lockett, un recluso ejecutado en abril de 2014 y que tardó 43 minutos en morir.

Los críticos de este protocolo sostienen que el midalozam no está aprobado como anestésico general, por lo que no consigue provocar inconsciencia en el reo. Este medicamento es empleado por los estados de Florida, Oklahoma, Alabama y Virginia.