WASHINGTON, 9 Jun. (Notimérica) -
Estados Unidos se ha convertido en el asilo más atractivo para los exgobernantes latinoamericanos prófugos de la justicia de sus países.
Actualmente son cuatro los exlíderes latinoamericanos que se encuentran en Estados Unidos huyendo de la justicia en sus respectivos países y contra los que pesan peticiones de extradición. Estos son Gonzalo Sánchez de Lozada, de Bolivia; Jamil Mahuad, de Ecuador; Ricardo Martinelli, de Panamá; y Alejandro Toledo, de Perú. Sánchez de Lozada y Mohuad llevan como refugiados en el país estadounidense 14 y 17 años respectivamente. Mientras que Martinelli y Toledo han llegado de forma reciente al país.
No se puede acusar a Washington de haber repudiado las peticiones de extradición de los cuatro expolíticos, porque simplemente dichas solicitudes no han sido contestadas, esto bajo el alegado honor a la independencia de su poder judicial en el que el gobierno anglosajón tiene libertad de potestad de acceder o no a esas reclamaciones de sus países amigos.
En el caso de Muhuad, quien presidió Ecuador de 1998-2000, su corto mandato presidencial se vio interrumpido por un golpe de Estado en medio de una crisis económica descomunal en el país. Cuando ya se encontraba en Estados Unidos, la Justicia de Ecuador ordenó su arresto bajo los cargos de perjuicio al Estado por haber ordenado como líder de la República la retención de todos los depósitos bancarios. Delito por el que fue sentenciado en ausencia a 12 años de cárcel.
El boliviano Sánchez De Lozada, fue sentenciado en ausencia y condenado por el delito de genocidio por la muerte de casi un centenar de personas en medio de la represión militar en protestas callejeras durante su malogrado mandato presidencial en los años 2002 a 2003. Además está acusado y perseguido también por la firma de contratos presuntamente ilegales con multinacionales petroleras en el ejercicio de sus funciones presidenciales.
El expresidente de Panamá de 2009 a 2014, Ricardo Martinelli, fue acusado por la Justicia de su país por ser parte de un caso de escuchas ilegales por el que el Gobierno solicitó sin éxito su detención a la Interpol y su extradición a Estados Unidos, donde el exgobernante vive y dirige sus multimillonarios negocios desde 2015. Martinelli también ha sido citado como parte de una investigación de sobornos pagados a la constructora brasileña Odebretch, en varios países latinoamericanos, incluyendo Panamá.
Sobre el caso de Odebrecht, es el que ha llevado al exprimer mandatario peruano, Alejandro Toledo, a evitar también desde Estados Unidos la orden de prisión preventiva que contra él dictó este año la Justicia de su país, que lo acusa de haber recibido de esa constructora un soborno de 20 millones de dólares durante su mandato presidencial, de 2001 a 2006. Sin embargo, Toledo proclamó su condición de "perseguido político" y ha justificado su presencia en Estados Unidos por unas supuestas obligaciones académicas en la universidad de Stanford.
Resulta interesante destacar que los casos de Martinelli y Toledo son más atractivos en cuanto son sospechosos en el caso Odebrecht, en donde Estados Unidos obtuvo una detallada confesión de la constructora sobre los sobornos en diferentes países , por lo que se les ha impuesto una multa de más de 1.000 millones de dólares para poder seguir operando en suelo anglosajón.