MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Comisión de Derechos Humanos de Etiopía, un organismo gubernamental del país africano, ha cifrado este miércoles "entre 70 y 80" los muertos en las recientes manifestaciones en la región de Oromía y ha reclamado que los responsables sean juzgados.
El organismo ha indicado en su comunicado que cientos de personas han resultado heridas en estos incidentes y ha lamentado que fueran atacadas instituciones religiosas, según ha informado la cadena de televisión local Fana.
"A pesar de los increíbles avances logrados en un corto periodo de tiempo, la iniciativa de reforma hace frente a desafíos complejos", ha manifestado la comisión.
Asimismo, ha detallado que "muchas de las víctimas fueron lapidadas, apaleadas hasta la muerte o quemadas vivas". "El Gobierno debe llevar ante la Justicia a los responsables de estos horribles crímenes", ha zanjado, tal y como ha recogido la agencia de noticias Reuters.
Las autoridades de Etiopía confirmaron el martes la detención de más de 350 personas por su presunta participación en los disturbios registrados la semana pasada en el marco de las manifestaciones de apoyo al destacado activista Jawar Mohamed.
El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, mantuvo el domingo reuniones con líderes religiosos y representantes de la comunidad de Oromía para abordar la situación. "Se espera que todos hagamos nuestra parte para fortalecer la unidad de la población resolviendo nuestras diferencias a través de un diálogo constructivo", sostuvo.
La capacidad de Jawar de organizar protestas en las calles de Etiopía desde su exilio en Estados Unidos ayudó a llevar al poder a Abiy en 2018, después de que el entonces primer ministro Hailemarian Desalegn presentara su dimisión.
Desde entonces, el primer ministro ha acometido una serie de reformas políticas y económicas, además de firmar un acuerdo de paz con Eritrea, que le han valido este año el Nobel de la Paz.
Sin embargo, los partidarios de Jawar llevan desde el 22 de octubre manifestándose contra Abiy después de que la Policía rodeara la vivienda del activista e intentara que sus guardias personales se retiraran.
La violencia ha puesto de manifiesto el dilema al que se enfrenta Abiy, que debe mantener el apoyo del país, vertebrado en un sistema federal y étnico, pero sin que se considere que está favoreciendo a un grupo en concreto. Abiy es el primer oromo, la etnia mayoritaria del país, en ocupar el cargo.