El Parlamento etíope aprueba el estado de emergencia decretado el martes por el Gobierno
MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Estados Unidos ha autorizado la "salida voluntaria" del personal no esencial en su Embajada en Etiopía ante el recrudecimiento del conflicto y los últimos avances del Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) en el norte del país.
La Embajada ha resaltado que el Departamento de Estado "ha autorizado la salida voluntaria de todos los empleados no esenciales del Gobierno estadounidense y los familiares del personal esencial y no esencial a causa del conflicto armado, la agitación civil y la posible escasez de suministro".
"Los ciudadanos estadounidenses en Etiopía deben considerar irse ahora usando opciones comerciales. Los que planeen quedarse deben asegurarse de que cuentan con provisiones suficientes en caso de que necesiten confinarse", ha agregado en un comunicado.
Así, ha recalcado que "viajar a Etiopía no es seguro en estos momentos debido al conflicto armado" y ha agregado que "incidentes de agitación civil y violencia étnica podrían tener lugar sin una advertencia previa".
La Embajada ha destacado que "un recrudecimiento (del conflicto) es probable y podría causar escasez en las cadenas de suministro, suspensiones en las comunicaciones y alteraciones en los viajes". "El Gobierno etíope declaró el 2 de noviembre el estado de emergencia", ha recordado.
Así, ha hecho hincapié que "el Gobierno de Etiopía ya limitó o suspendió previamente los servicios de Internet, datos en teléfonos móviles y servicios telefónicos", antes de añadir en que "estas restricciones afectan la capacidad de la Embajada estadounidense para comunicarse y dar servicios consulares a los ciudadanos estadounidenses en Etiopía".
"La Embajada estadounidense tiene unas capacidades limitadas para dar servicios de emergencia a los ciudadanos estadounidenses fuera de Adís Abeba. El personal de la Embajada tiene restringido viajar fuera de los límites de la ciudad de Adís Abeba", ha zanjado.
Por ello, ha recomendado a los ciudadanos estadounidenses "tener un plan de emergencia personal que no dependa de la ayuda del Gobierno estadounidense" y "aprovechar las opciones de transporte comercial si se desea abandonar Etiopía".
Asimismo, ha aconsejado "seguir los medios locales para noticias de última hora sobre los acontecimientos", "evitar las grandes concentraciones y manifestaciones", "ser consciente de la situación en los alrededores" y "mantener un perfil bajo".
El Gobierno de Estados Unidos expresó el miércoles su "grave preocupación" por el "creciente riesgo para la unidad e integridad" de Etiopía ante los avances del TPLF en la región de Amhara y confirmó que el enviado de Estados Unidos para el Cuerno de África, Jeffrey Feltman, viajará este jueves a Adís Abeba para abordar la situación.
ESTADO DE EMERGENCIA
Durante la jornada de este jueves, la Cámara de Representantes del Pueblo ha aprobado el estado de emergencia aprobado por el Gobierno y la creación de una comisión de investigación sobre la aplicación del mismo, según ha informado la cadena de televisión etíope Fana.
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, dijo el martes a través Twitter que "todo el mundo estará a prueba hasta que termine la prueba". "Debemos adaptar nuestras vidas en este momento de exigencia hasta que nuestros problemas sean resueltos rápidamente y volvamos a una vida normal", agregó.
"Esperar a que las cosas se solucionen como en tiempos de paz sólo provocará que la paz nunca llegue. El estado de emergencia se ha declarado para acortar el periodo de tribulaciones y dar una solución adecuada", destacó. "Por ello, pido a todos los ciudadanos que hagan su parte, como requiere la situación, respetando las directrices de la proclamación, cooperando con las fuerzas de seguridad y dando la ayuda necesaria", zanjó.
Por su parte, las autoridades de Adís Abeba instaron el martes a los ciudadanos a armarse y proteger los barrios ante el avance de los rebeldes. Las armas deberán ser registradas en la Policía en los próximos dos días, indicaron.
Estas decisiones llegan después de los avances del TPLF en Amhara y de que el grupo confirmara contactos con el OLA, escindido del Frente de Liberación Oromo (OLF) tras el acuerdo de paz de 2018, que ha lanzado también ofensivas en la región de Oromía, lo que amenaza con una expansión del conflicto a nivel nacional.
Asimismo, el Servicio de Comunicación del Gobierno etíope confirmó el miércoles a través de su cuenta en la red social Twitter un nuevo bombardeo contra "un centro de entrenamiento militar" del TPLF en los alrededores Adi Bukray. "Un gran número de personal reclutado ilegalmente estaba recibiendo entrenamiento militar en este centro del grupo terrorista", agregó.
Horas antes había sido publicada una investigación conjunta de Naciones Unidas y la Comisión de Etiopía para los Derechos Humanos (EHRC) que presentó "motivos razonables" para creer que todas las partes implicadas en el conflicto en Tigray han cometido violaciones de los Derechos Humanos y contra la ley de refugiados, algunos de los cuales podrían equivaler a crímenes de guerra y contra la humanidad.
El conflicto comenzó el 4 de noviembre de 2020 cuando Abiy ordenó una ofensiva militar en represalia por el ataque a la base del Ejército en la capital de Tigray, Mekelle, tras meses de tensiones entre el TPLF y el Gobierno central en torno al aplazamiento de las parlamentarias, finalmente celebradas en junio y en las que Abiy logró una victoria aplastante ante los llamamientos al boicot y la falta de votación en varias zonas --entre ellas Tigray-- por la inseguridad.
Sin embargo, el TPLF logró importantes avances en junio que le permitieron recuperar Mekelle, tras lo que Abiy anunció un alto el fuego unilateral citando motivos humanitarios, rechazado por el grupo, que expandió su ofensiva a las adyacentes regiones de Amhara y Afar, haciendo temer una propagación de la guerra al resto del país.