Publicado 09/07/2021 10:31

Etiopía/Egipto.- La ONU muestra su disposición de ayudar en las negociaciones sobre la presa de Etiopía en el Nilo Azul

Archivo - La Presa del Gran Renacimiento que construye Etiopía en el Nilo Azul
Archivo - La Presa del Gran Renacimiento que construye Etiopía en el Nilo Azul - Gioia Forster/dpa - Archivo

Pide "voluntad política" y "buena voluntad" para lograr un acuerdo aceptable para todos los países

MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

Naciones Unidas ha mostrado su disposición a ayudar a los gobiernos de Etiopía, Egipto y Sudán a alcanzar un acuerdo en torno a la presa que construye Adís Abeba en el río Nilo Azul, en medio de las crecientes tensiones, y ha pedido "voluntad política" a las partes para lograr un pacto satisfactorio para todos los países.

"Naciones Unidas sigue dispuesta a promover una solución mutuamente beneficiosa y apoyar a los estados miembro a la hora de navegar en este asunto complejo", ha dicho el enviado especial de la ONU para el Cuerno de África, Parfait Onanga-Anyanga.

Onanga-Anyanga, que ha comparecido ante el Consejo de Seguridad de la ONU en una sesión para abordar la situación, ha destacado que "la voluntad política, el compromiso y la buena voluntad son esenciales" para lograr un acuerdo sobre este asunto.

Asimismo, la directora del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), Inger Andersen, ha hecho hincapié en que, ante las "otras fuentes de tensión regional", lograr superar las diferencias "requerirá un trabajo cuidadoso y meticuloso apoyado por los expertos técnicos y legales".

Andersen ha manifestado que esto podría permitir que "los tres estados alcancen una solución de cooperación que busque el desarrollo sostenible de todos en el marco del espíritu 'un río, un pueblo, una visión'". Así, ha mostrado igualmente la disposición de la ONU a apoyar estos esfuerzos.

En este sentido, ha argüido que la cooperación entre estos países es importante ante factores como el aumento de la demanda de agua, el crecimiento poblacional, la urbanización y la industrialización, a los que se suman el riesgo de inundaciones y sequías por el cambio climático.

"Es imperativo que las partes trabajen juntas para gestionar estos desafíos interconectados. Para lograr un acuerdo óptimo, la confianza, la transparencia y una actuación abierta serán clave", ha remachado Andersen.

ETIOPÍA DEFIENDE EL PROYECTO

Durante la sesión, el ministro de Irrigación de Etiopía, Seleshi Bekele, ha defendido el proyecto hidroeléctrico y ha destacado que "lo que lo distingue es la extensión de esperanza y aspiraciones generadas para 65 millones de etíopes que no tienen acceso a la electricidad".

"Al contrario que Egipto y Sudán, Etiopía no tiene reservas de agua considerables. Tampoco tenemos agua marina que desalar. Cerca del 70 por ciento del agua de mi país está en la cuenta del Nilo. Si queremos, incluso si lo intentamos, no podemos evitar usar el Nilo", ha argumentado.

De esta forma, ha criticado la oposición de Egipto y Sudán al proyecto y ha recordado que ambos han construido presas y canales "sin tener en cuenta en absoluto los derechos de otros países ribereños y rechazando las peticiones de Etiopía a un proceso de consultas".

"Etiopía cree que un acuerdo está al alcance, siempre que haya voluntad política y compromiso de negociar de buena fe", ha manifestado, al tiempo que ha resaltado que los etíopes "tienen la intención de vivir en paz y cooperación" con los países de la región para "un beneficio mutuo".

Seleshi ha destacado que "el Nilo pertenece a los 500 millones de personas de los once países ribereños y ha añadido que "el agua es suficiente para todos", antes de defender el proceso de llenado del embalse de la presa, criticado por Egipto y Sudán, como algo de "pura física".

"El Consejo de Seguridad de la ONU hace frente a la pregunta de determinar si los etíopes tienen o no el derecho a utilizar el Nilo. Pido a nuestros amigos en este Consejo que respondan: ¿Tienen los etíopes derecho a beber del Nilo?", se ha preguntado.

"Pedimos a los vecinos egipcios y sudaneses que entiendan que una resolución al asunto del Nilo no llegará a través del Consejo de Seguridad de la ONU, sino a través de las negociaciones de buena fe bajo auspicios de la Unión Africana, con cuidado por el bienestar y desarrollo de todos", ha zanjado.

"AMENAZA EXISTENCIAL"

Por su parte, el ministro de Exteriores egipcio, Samé Shukri, ha sostenido que el país hace frente a una "amenaza existencial" debido a "una estructura de proporciones gigantescas a lo largo de la arteria que da vida al pueblo de Egipto".

"Con cada ladrillo y cada capa de mortero la presa crece más y su embalese se hace más grande y continúa constriñendo la sangre de millones de inocentes que viven aguas abajo de esta presa gigante", ha apuntado, según ha recogido el diario egipcio 'Al Ahram'.

Así, ha defendido que la respuesta de El Cairo a este "asalto contra el río" ha sido recurrir a las negociaciones mediadas por la UA, que ha descrito como "malogradas pese a los incansables esfuerzos" del organismo y los socios internacionales.

Shukri ha descrito el proceso de llenado del embalse por segundo año como "un acto de unilateralismo" que muestra la "irresponsabilidad" de Etiopía y su "indiferencia al daño que podría causar a Egipto y Sudán", al tiempo que ha alertado de la ausencia de un camino "viable" para un acuerdo sobre el tema.

"Nuestra esperanza era y sigue siendo lograr un acuerdo legalmente vinculante que permita a Etiopía lograr sus objetivos de desarrollo", ha dicho, si bien ha lamentado que Adís Abeba "haya decidido ignorar las realidades de la geografía y parezca estar bajo el engaño de que el río Nilo Azul es un río interno que puede explotar para su beneficio exclusivo".

"Es imperativo que la comunidad internacional realice todos los esfuerzos, incluido actuar a través del Consejo de Seguridad de la ONU, para evitar que la presa se convierta en una amenaza para la existencia de Egipto", ha manifestado Shukri, quien ha pedido a Egipto y Sudán "redoblar los esfuerzos para asegurar un futuro de paz y prosperidad".

Los gobiernos de Egipto, Etiopía y Sudán alcanzaron en enero de 2020 un principio de acuerdo sobre los principales puntos de disputa en torno a la construcción de la presa y se comprometieron a firmar el documento final a finales de febrero, si bien Adís Abeba abandonó las conversaciones antes de firmar el acuerdo, algo que sólo hizo El Cairo.

Etiopía, que está financiando en solitario el proyecto y espera convertirse en el mayor generador y exportador de electricidad del continente, rechaza estas acusaciones. Las obras están siendo llevadas a cabo en la región de Benishangul-Gumaz y, una vez finalizadas, la presa será la más grande del continente.