Publicado 02/07/2021 13:45

Etiopía.- Etiopía acusa al TPLF de destruir un puente clave para la entrega de suministros en la región de Tigray

Archivo - El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed
Archivo - El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed - -/Kremlin/dpa - Archivo

El PMA anuncia el reinicio de sus operaciones de entrega de ayuda en Tigray

MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Etiopía ha acusado este viernes al Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) de la destrucción de un puente sobre el río Tekeze, de importancia estratégica para la entrega de suministros y bienes en la región de Tigray (norte), sacudida por el conflicto desde noviembre de 2020.

Las autoridades etíopes han indicado que el grupo ha destruido el puente "tras rechazar el alto el fuego humanitario" decretado el lunes por Adís Abeba "para apoyar a los agricultores en la temporada de siembra".

Así, han resaltado a través de la red social Twitter que el TPLF ha llevado a cabo esta acción "de forma intencionada" para "limpiar la entrega de asistencia a la región", sumida en una grave crisis humanitaria que ha hecho saltar las alarmas a nivel internacional.

En este sentido, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, ha destacado a través de un mensaje publicado durante la jornada en su cuenta en Twitter que "la situación humanitaria sigue deteriorándose en Tigray".

"Para aumentar la ayuda y entregarla, los aeropuertos de Mekelle y Shire deben reabrir, las comunicaciones y la electricidad deben ser restaurados y se debe dar acceso seguro a todos los que necesiten desesperadamente la ayuda", ha remachado.

El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, defendió el miércoles la decisión de decretar el alto el fuego para proteger al país de "amenazas externas" y dijo que el TPLF no supone ya una amenaza, después de que las autoridades confirmaran la retirada de tropas de la capital regional, Mekelle, recuperada por el grupo.

Las Fuerzas de Defensa de Tigray (TDF), integradas por milicianos del TPLF y surgidas en el marco de la guerra en la región, habían obtenido importantes avances durante los últimos días, negados por el Gobierno.

El TPLF tildó el miércoles de "broma" el alto el fuego unilateral y recalcó que no podrá fin a los combates hasta recuperar el control de toda la región, al tiempo que amenazó con avanzar hacia la capital de Eritrea, Asmara, "si es necesario".

EL PMA REINICIA OPERACIONES

Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha anunciado durante la jornada que ha reiniciado sus operaciones en Tigray, suspendidas la semana pasada a causa de los combates, si bien ha incidido en que hay desafíos graves para la respuesta humanitaria en la región.

El PMA entregó el jueves ayuda alimentaria a 10.000 personas desplazadas por el conflicto en el área de Adi Nebried y dio alimentos altamente nutritivos a 3.000 mujeres y niños, muchos de los cuales sufren desnutrición, en Endabaguna. El organismo ha agregado que continuará este viernes con las entregas y ha manifestado que espera llegar a 30.000 personas en el noroeste de Tigray durante el fin de semana.

"Tenemos equipos sobre el terreno, camiones cargados y preparados para hacer frente a las necesidades catastróficas de alimento en la región. Lo que necesitamos es un acceso libre, sin restricciones y seguro por parte de todas las partes en conflicto para poder entregar la comida de forma seguro", ha dicho el coordinador de emergencia del PMA Tommy Thompson.

El organismo ha lamentado además la destrucción de dos puentes en Tigray y ha hecho hincapié en que está ajustando sus líneas de suministro y analizando rutas alternativas, si bien ha reconocido que esta destrucción de infraestructura tendrá un impacto inmediato en la distribución de ayuda humanitaria desde la ciudad de Gondar.

Por otra parte, ha recordado que desde el 22 de junio no se han autorizados vuelos del PMA para personal de Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales, lo que implica que no puede haber rotación del personal por vía aérea, mientras que los bancos siguen cerrados y sigue habiendo escasez de combustible y electricidad.

La ofensiva contra el TPLF arrancó en noviembre de 2020 tras el citado ataque contra la base militar y después de un drástico repunte de las tensiones entre la formación y el Gobierno central. El conflicto ha provocado una grave crisis humanitaria, en medio de denuncias sobre abusos cometidos por las fuerzas gubernamentales y eritreas en sus operaciones.