Publicado 07/08/2021 07:15

Etiopía.- Etiopía advierte al TPLF de que podría "desplegar toda su capacidad defensiva" si continúa con su ofensiva

Archivo - Abiy Ahmed, primer ministro de Etiopía
Archivo - Abiy Ahmed, primer ministro de Etiopía - MISTRULLI/FOTOGRAMMA/ROPI / ZUMA PRESS / CONTACTOP

El Gobierno pide una condena internacional al grupo y alerta del peligro de la toma de Lalibela para el patrimonio histórico

MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio de Exteriores de Etiopía ha advertido este viernes al Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) de que podría "desplegar toda su capacidad defensiva" en caso de que continúe con su ofensiva en Tigray, Afar y Amhara y mantenga su rechazo de un alto el fuego.

"Atacando las regiones de Afar y Amhara, el TPLF hace cada vez más inalcanzables todos los esfuerzos por lograr la paz", ha lamentado la cartera en una publicación en su perfil de Twitter, en la que ha subrayado que el grupo está "presionando" al Gobierno para que se movilice.

El Gobierno se ha expresado así después de que este jueves el TPLF se haya hecho con el control de la ciudad etíope de Lalibela, situada en la región de Amhara y reconocida como Patrimonio Mundial por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en medio de sus avances tras el estallido en noviembre del conflicto en Tigray (norte).

En este sentido, Exteriores ha alertado, en un comunicado, del peligro de la toma de esta ciudad para el patrimonio histórico y ha manifestado que muchos están "preocupados" por la "posible destrucción de instituciones religiosas y de otro tipo, que significan la identidad, la religión y la cultura centenarias del pueblo etíope".

"Esta preocupación se debe al hecho de que el TPLF ha realizado muchos saqueos y destrucción durante los últimos ocho meses. El Gobierno tomará todas las medidas necesarias para garantizar que estos lugares sagrados y otras instituciones estén bien protegidas", ha señalado.

Lalibela acoge una serie de iglesias del siglo XIII excavadas en roca, que la convierten en un lugar sagrado para los cristianos ortodoxos etíopes, que componen la mayoría de la población de la ciudad.

De este modo, el Ministerio de Exteriores ha exhortado a la comunidad internacional a que "condene este atroz acto", que ha provocado que la población de Lalibela huya, según confirmaron las autoridades locales.

En otro comunicado, la cartera ha reiterado estas peticiones diciendo que la "comunidad internacional debe dejar de hacer oídos sordos a las atrocidades" de los rebeldes tigriña, así como ha avisado de que no permitirá que lance "nuevos ataques en regiones vecinas" a Tigray.

Por otro lado, ha mostrado su "compromiso" por "emplear todo lo que esté a su alcance" para permitir el acceso humanitario a la población de Tigray, así como a las personas recientemente desplazadas de Afar y Amhara.

"Consciente de su obligación moral, legal y política de defender la integridad territorial y la soberanía del estado, el Gobierno de Etiopía está siendo empujado a movilizar y desplegar toda la capacidad defensiva del estado si sus propuestas humanitarias para una resolución pacífica del conflicto siguen sin ser correspondidas", ha zanjado el Ministerio de Exteriores etíope.

"UN ALTO EL FUEGO MÁS URGENTE QUE NUNCA"

Respecto a la situación en Etiopía, el subsecretario general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, ha destacado este viernes la "urgencia" de la situación en el norte del país y ha cifrado en 200.000 los desplazados por los combates en Amhara, mientras son 50.000 los desplazados en Afar.

"Esta guerra tiene que terminar", ha urgido, para incidir en que la ONU garantizará la ayuda humanitaria: "Seguiremos tratando de asegurarnos de que esos cien camiones diarios lleguen a Mekelle, lleguen a los beneficiarios (...). Haremos todo lo posible para ayudar a las personas afectadas en Amhara y Afar, mientras continuamos el trabajo en otras partes de Etiopía".

Griffiths ha indicado, por otra parte, que no tiene "motivos" para "dudar" del alto al fuego anunciado por el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, con quien se ha reunido esta semana en la capital, Addis Abeba.

"El primer ministro ha emitido un alto el fuego unilateral, repitió su compromiso en las dos ocasiones que nos reunimos, y no tengo ninguna razón para dudar de eso", ha dicho, para tildar de "constructivas" sus conversaciones con el ejecutivo durante su estancia en el país africano.

También, ha explicado que el Gobierno le ha manifestado su "interés" en ayudar en el acceso humanitario y la protección de los civiles, si bien ha condenado el "altísimo grado de retórica" que habían visto los trabajadores humanitarios, quienes han recibido críticas por parte de funcionarios.

Por otro lado, el relator especial de la ONU sobre Eritrea, Mohamed Abdelsalam, ha alertado este viernes de que los refugiados eritreos en Tigray están siendo "blanco" de ambas partes del conflicto. "Desde que comenzó el conflicto, he recibido muchas denuncias creíbles de violaciones graves de los derechos cometidas contra refugiados eritreos, tanto por el Gobierno y por tropas eritreas aliadas con el Gobierno, como por fuerzas afiliadas al TPLF", ha matizado.

La ofensiva del Ejército etíope contra el TPLF arrancó el 4 de noviembre por orden del primer ministro en respuesta a un ataque del TPLF contra una base del Ejército en la capital regional, Mekelle, que se saldó con la muerte de un importante número de militares etíopes.

Tras ello, las fuerzas etíopes, que contaron con el apoyo de tropas eritreas y las fuerzas especiales de Amhara, lograron tomar Mekelle e imponer una autoridad interna, si bien finalmente han terminado cediendo terreno, lo que llevó a Abiy a anunciar el alto el fuego aduciendo razones humanitarias.