Denuncia "un sesgo institucional" en la ONU ante la "criminalidad" del TPLF en Tigray
MADRID, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Etiopía ha tildado este martes de "profundamente preocupante" la decisión de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) de dar una baja administrativa a la representante del organismo en el país por unas declaraciones relativas al conflicto en la región de Tigray (norte).
"La 'baja administrativa' impuesta a Maureen Achieng, de la OIM, por decir la verdad sin adornos sobre el sesgo institucional en el sistema de Naciones Unidas en relación con la criminalidad del terrorista Frente Popular para la Liberación Popular (TPLF) es profundamente preocupante", ha dicho Billene Seyoum, portavoz de la oficina del primer ministro.
"Las políticas internas y externas de influencia en los escalones más altos de poder en el sistema de la ONU tienen que ser investigados de forma exhaustiva", ha manifestado Billene a través de una serie de mensajes publicados en su cuenta en la red social Twitter.
La decisión en torno a Achieng ha llegado después de que se filtrara una entrevista que dio recientemente en la que criticó a miembros de la ONU que "cayeron del cielo" en Adís Abeba tras el inicio del conflicto, dejando de lado al personal sobre el terreno, y cargó contra las acciones del TPLF.
El portavoz del TPLF ha denunciado este martes que "miles" de personas han muerto después de que el Ejército iniciara el lunes una ofensiva "en todos los frentes" en Tigray, si bien las autoridades centrales no se han pronunciado por ahora.
Así, el Ejército acusó el lunes a los rebeldes de propagar mentiras e intentar presentarse a la vez como víctimas y vencedores. "Debe saberse que, si nuestras fuerzas defensivas inician una ofensiva total en línea con su propio plan, eso será llevado a cabo incluso antes de que (el TPLF) empiece a quejarse sobre que es atacado", dijo, tal y como ha recogido la cadena de televisión británica BBC.
El conflicto comenzó en noviembre del año pasado cuando Abiy ordenó una ofensiva militar en represalia por un ataque a una base del Ejército en Mekelle, tras meses de tensiones entre el TPLF y el Gobierno central en torno al aplazamiento de las parlamentarias, finalmente celebradas en junio y en las que Abiy logró una victoria aplastante ante los llamamientos al boicot y la falta de votación en varias zonas --entre ellas Tigray-- por la inseguridad.
Sin embargo, el TPLF logró importantes avances en junio que le permitieron recuperar Mekelle, tras lo que Abiy anunció un alto el fuego unilateral citando motivos humanitarios, rechazado por el grupo, que expandió su ofensiva a las adyacentes regiones de Amhara y Afar, haciendo temer una propagación de la guerra al resto del país.